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Elecciones de líneas torcidas estilo Honduras

A pocos días de un proceso electoral   (inconstitucional) en Honduras, 26 de noviembre 2017, es necesario recordar  procesos electorales anteriores donde, previo a los mismos, se logran  negociaciones  antes de la recta final que  resultan ser líneas torcidas.

Honduras es un país de gran importancia geopolítica. El más importante. El centro de un continente desde donde se puede atacar hacía los cuatro puntos cardinales cuando los procesos populares se salen del  guion  de las administraciones norteamericanas, cuya visión y núcleo es el capitalismo, cada día más depredador e inhumano, evidenciándolo con solo incursionar a la realidad.

Este país como otros en varios continentes denominados del tercer mundo tienen ataduras económicas y tratados y convenios que les hacen depender no sólo de las visiones de los Estados sino también de las decisiones que se toman en ese norte.

El mundo es un tablero de aliados, opositores e indecisos.  Igual es el tablero electoral.

Conceptos como independencia, autonomía, laicidad, democracia son preceptos que sólo se cumplen cuando la población como parte del Estado les defiende para que se cumplan, caso contrario, son hoja muerta, palabras vacías, una hoja de papel como cualquier otra con la que se puede limpiar el trasero en una letrina o en un lujoso sanitario.

Visto así  es vigente el lema: “En Dios confiamos o creemos” como dice el dólar y en Honduras, le dejamos la tarea hasta de elegir: Dios Sabrá.

Al escuchar esa frase en los diferentes pueblos de este país pluricultural, nos remite a la conquista, servidumbre y mansedumbre frente a los conquistadores y explotadores que hoy son las bolsas o  mejor es decir el sistema financiero internacional y las corporaciones o transnacionales, dos de los nuevos jinetes de este apocalipsis.

Volvamos al inicio de esta opinión,  a pocos días, 23 para ser precisa, del proceso electoral en Honduras, hemos tenido presidentes extranjeros aunque un correligionario suyo, hondureño, fue el votado  en las  elecciones primarias y luego cedió esos votos a Ricardo Maduro nacido en Panamá en la década de los cuarenta y luego declarado “hondureño por nacimiento”;  le entregó el pueblo con su voto, la silla, la casa y los presupuestos del país.  (2002 -2006)

En las elecciones de 1989, una buena cantidad de candidatos liberales participaron en las elecciones, sumaron resultados y ganó José Simón Azcona, con la conocida opción B.

En el año 2009, año en que debería entregar la presidencia Manuel Zelaya, interrumpido su mandato  su mandato por un Golpe de Estado en junio de ese mismo año; asume Porfirio Lobo con más del 40% de abstencionismo y afirma que fueron las elecciones más votado.  Eso no es lo peor, lo peor es el golpe de Estado y que sigan sucediéndose elecciones en este país con normalidad.    Este país bien podría ser calificado como un país de ficción.

 Al revisar estos hechos de la historia nacional  no sale una de las  sorpresas y  absurdos.

En 2013 asume Juan Orlando Hernández dícese  producto de un fraude de parte de lo que era su rival político;  antes de llegar a la presidencia mientras rectoraba el poder legislativo prevé el control del poder judicial y el mismo legislativo hacía reformas de artículos pétreos que le permitan ser re elegido.

En ese punto estamos, en una línea donde se quebró la constitucionalidad del país, así como se derrumbaron las torres gemelas o cómo se bombardean países con ricas tierras en petróleo o agua, un punto que parece no tener retorno al participar en el mismo todos los partidos políticos inscritos en el Tribunal Superior Electoral. Hay un padrón de más de 6 millones de votantes.  ¡Increíble! De una población de 8 y medio aproximadamente de los cuáles más de 358 mil son difuntos y en donde las elecciones desde el año 82 a la fecha no han superado 3 millones de votantes.

En verdad no es cuántas papeletas hay, ni tampoco el escrutinio en las mesas, el secreto está en los arreglos en el centro de cómputo oficial y en los traslados de cajas,  responsabilidad de los militares al servicio del régimen.   Pero también el secreto de las estrategias del poder está en los medios a su alcance, medios de comunicación controlados, medios de transporte, medios para obstaculizar, medios para generar verdades de mentiras, Etc. Etc.

La historia política de estos últimos cuatro años nos muestra un ejercicio de control vertical, nula independencia de los poderes estatales, aprovechamiento de la necesidad, pobreza y extrema de la población, acciones populistas de derecha, poder por la vía de las armas e impunidad, arreglos bajo la mesa con la administración norteamericana en lo relativo a extradiciones de personalidades vinculadas a la narco actividad y si miramos al norte, apreciamos el disgusto permanente de esas administraciones a lo que atente al capitalismo y no son veladas las amenazas a Venezuela y a otros vecinos,  por tanto, la ubicación geopolítica de Honduras es estratégica  y eso pesa mucho para jugar con la balanza y las cifras en el tablero electoral hondureño y del mundo.

Escaramuzas, riñas, enfrentamientos incluso violentos o solo abstencionismo o ir a tintarse un dedo en paz.  Eso está por verse.  La movilización convocada por la Alianza “de oposición” no creemos cambie en nada esto.  Si cambia cambiará dependiendo de la actitud de la población el 26 de noviembre, en caso de llevarse a cabo las elecciones. Porque como dijo el sabio del pueblo “Aquí nunca se sabe”.

3 de noviembre 2017.

 

 

 

 

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