Distrito Federal, México (Reporteros de Investigación). «Señor tengo frío mi corazón», dice Daniel Portillo, un joven de 25 años que dejó las calles de Chamelecón en busca de algo que para él es «El sueño americano». Llegó a México y ha aguantado, hambre, frío, dolor y hoy cuenta su historia al mundo:
Soy Daniel Portillo, hondureño por nacimiento, esta es mi historia, siendo un 26 de noviembre día de elecciones en Honduras, las personas se preparaban en la primeras horas de la mañana para ir a ejercer su sufragio. A las 4:00 de la tarde de ese día, cerraron las urnas. Todas las personas sabían que en elecciones anteriores, la votación se cerraba a las 5:00 p.m.
Recuerdo que se empezaban a observar cosas sospechosas de los policías militares y las personas del Tribunal Supremo Electoral, se cerraron las urnas a las 4:00 p.m. y todavía faltaban personas para votar, pero los del Tribunal Supremo Electoral cerraron a las 4 y empezó el conteo de votos.
Ganó Salvador (Nasralla) en toda la escuela que fui jefe de cantón, ganamos todas las escuelas de Chamelecón, la profesora María del Carmen, ex diputada nacionalista, amenazaba a las personas que si no votaban por Juan Orlando, les iba a quitar la ayuda, pues pasaron días que no se sabía el resultado.
Su servidor, estaba pendiente del resultado. En cada momento, se empezaban a ver cambios en las actas, en el servidor, la información no era la misma, se veían cambios grandes-
Salvador Nasralla ganaba por 5 puntos de diferencia, de repente el servidor, cae 600 veces ¡algo muy raro! cuando el Tribunal aseguraba que el mismo día se sabría sobre las elecciones.
Comenzó el enojo de las personas por el gran fraude que había, se empezó a protestar, el gobierno reprimiendo al pueblo, matando a las personas que protestaban en su derecho como dice la Constitución: la libertad de expresión es una piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática, es indispensable para la formación de opinión publica, la Constitución es clara y se empezó con los siguientes párrafos:
Artículo 1.- Honduras es un estado de derecho, soberano, constituido como Republica libre, democrática e independiente para asegurar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cultura y el bienestar económico y social.
Artículo 2.- La soberanía corresponde al pueblo del cual emanan todos los poderes del estado que se ejercen por representación. La soberanía del pueblo podrá también ejercerse de manera directa, a través del plebiscito y el referendo. La suplantación de la soberanía popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como delitos de la constitución de honduras] traición a la patria. La responsabilidad en estos casos es imprescriptible y podrá ser deducida de oficio o a petición de cualquier ciudadano
Artículo 3.- Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.
La policía tomaba fotos para buscar a los líderes y matarlos con los famosos “escuadrones de la muerte”.
En las manifestaciones hubo infiltrados por parte de la policía nacional, militar y seguidores del partido de gobierno.
Ante la crisis que hay en el país falta de empleo, subida de la canasta básica, precio de la luz eléctrica desfalcos del seguro social, el pueblo hondureño pelea por una vida digna donde no haya corrupción, donde se pueda vivir seguro con una atención medica buena, pues, decidí emprender el viaje del “Sueño americano”, buscando oportunidades en otro país ya que la tierra que me vio nacer no las tiene; emprendí el viaje el día lunes 15 de octubre del 2018 saliendo de la terminal de San Pedro Sula rumbo a la frontera de Tecun –Uman, llegando al rio Suchiate cruzando.
El balsero me cobro 10 quetzales para pasar a México, llegamos a la cuidad dee Hidalgo rumbo a Tapachula donde fui a “comar” donde me extendieron un permiso para andar en Chiapas sin que me deportaran, pero yo decidí arriesgarme porque me dieron cita hasta el 22 de noviembre para resolver mi estatus o deportarme; emprendí la aventura de cruzar Oaxaca. Estando en Arriaga, retenes de los federales, migración mexicana, Marina revisaban los buses como se le dice en México, las famosas “combis”
¡Gracias a dios! pude pasar el primero de los retenes que se me aproximaba, me tocó aguantar hambre por 3 días, sin comer nada, solo con agua para poder moverme rápidamente durmiendo en las calles, teniendo frio, sed; pero Dios siempre estuvo conmigo y supo proveerme alimento; me baje en el puente del Paraíso de donde me tocó caminar por 7 horas cruzando un pueblo que se llama Los Corazones. Llegué a Chuahuites y volví a dormir en la calle, a esperar la madrugada para poder salir y cruzar los retenes de migración y llegué a San Pedro de Tanatepec, Santo Domingo Zanatepec, Santiago de Niltepec, Union Hidalgo, llegando a Jutichan de Zaragosa. Ya cruzando los mayores retenes, estando en Jutichán tomé un autobus hasta Guerrero. Me quedé sin dinero, tuve que pedir ayuda en la calle y una persona me regaló 1500 pesos mexicanos, me caeron del cielo porque no había comido, con eso comí y seguí mi viaje hasta “Morelos”. Desde ahí, tomé otro autobús hacia el Distrito Federal desde acá estoy escribiendo mi historia llena de dolor sufrimiento porque dejé mi familia en Honduras para buscar un futuro mejor.
Recuerdo las palabras de mi hija: “papi no te vayas!”, yo solo le dije: -Hija me voy a trabajar para que usted tenga un mejor futuro.
Si Dios lo permite, nos volveremos a ver o sino, les escribo esta carta por si lastimosamente me mataron en el camino y me enterraron; mi corazón es de un guerrero y voy a seguir para adelante, pase lo que pase, mi madre sufre por mi partida.
Hay cosas que uno nunca habla, cosas que uno nunca dice, cuando y donde será mi hora moriré en un hospital o que porque en este camino se arriesga a todo dejando en el pensamiento que si me pasa algo, mi familia estará pensado.
Yo me siento y pienso, si hubiera un verdadero cambio en mi país y a ver si queda tiempo a despedirme me falta mucho más camino para llegar a la frontera de Estados Unidos contándoles esta triste historia, un día 31 de octubre del 2018, hablando en memoria de los hermanos hondureños que han muerto en este camino y el gobierno no habla de lo que sucede en el país; cuando uno despide las personas que uno ama, la vida cambia para siempre pero el reloj no se detiene y la corrupción sigue, las personas sufriendo, los niños en la calle cayendo en drogas, pandillas ya que no hay oportunidad en el país. Es el país más violento y el gobierno se hace de oídos sordos, las leyes ellos las ponen y las quitan a su gusto. Esto es para que la comunidad internacional pueda intervenir y conozcan la realidad, creando conciencia por que allí hay odio, corrupción, opresión, ira, racismo en el gobierno abusa del poder.
Para creer en mi nación, Señor tengo frio mi corazón
Daniel Isaac Portillo Reyes
