Por: Rossel Montes

El Che Guevara devino en un icono de la revolución, del cambio social, de la rebeldía y la lucha armada. Si se es latinoamericano, sin importar la adherencia doctrinal y del tipo de marxismo que manejemos, El Che Guevara siempre estará presente en nuestra propia construcción del imaginario político que tengamos. El propio autor de estas letras es un gran admirador del Che, aunque siempre fui un admirador de Lenin,Trotsky, Rosa Luxemburgo posteriormente hasta llegar a un socialismo libertario al estilo de autores como Daniel Guering, Paul Mattik ,Claude Lefort y C. Castoriadis.
Recuerdo la primera biografía que leí sobre el Che, de Jorge Castañeda, una obra muy bien documentada, yo era más joven y tuve una apreciación superficial de la obra. Lamentablemente me expropiaron el libro. Dicha obra se mezclaba la rigurosidad temática y archivística del autor con las objetividades y subjetividades ideológicas de la disertación, donde al final casi dice que el Che era un vago, un viajero errante en busca de una causa perdida, de una utopía abstracta. El autor de La Utopía Desarmada” no es un admirador del Che definitivamente.
El Che fue un hombre del siglo XX, no fue un pensador como los clásicos del marxismo, más bien un hombre con una conciencia histórica elevada cómo lo caracteriza Jorge Castañeda, una moral comunista inusual, tanto así que hasta sus mismo soldados no entendían el actual y proceder del Che, su entendimiento de los problemas estructurales, del comportamiento social, de la lucha de clases.

El Che salió de Argentina aun siendo joven, conoció a Fidel Castro en México-que estaban preparando la revolución y el movimiento 26 de Julio, el cual desataría la guerra de Guerrillas contra Batista, y la dictadura mas férrea en Latinoamérica hasta la fecha que había convertido a Cuba en un burdel de imperialismo Yanqui. El Che en el transcurso de ese tiempo, antes de la toma del poder en 1959 ya era un conocedor del marxismo: el marxismo del Che se configura al calor de la lucha, de su entrenamiento militar y táctico. Gran lector de Marx, Engels, Gramsci Mariátegui y Mao TSe Tung, y de alguna manera respetaba a Trotsky y hasta llegó a aseverar que no entendía por qué tanta tirria contra uno de los fundadores de la Revolución rusa. Hay que hacer notal que el Che Guevara se formó bajo la égida del Estalinismo y el maoísmo, el Marxismo Leninismo fue el inspirador teórico de las revoluciones del siglo XX. Antes y después de la toma del poder el pensamiento escolástico del DIAMAT será predomínante, en el pensamiento del Che, aunque en mayor medida en Fidel que en el Che, que llegó a renegar del Famoso Manuel de Economía política de la URSS; En efecto el manual hace gala del mecanicismo y el marxismo cientificista que pregonaban filósofos marxisto-estructuralistas como Althusser y Poulantzas, en un fragmento dice: que la “historia tiene leyes, y que estas leyes son “Objetivas” que no pueden ser modificadas por la praxis del hombre“, en ese momento yo dejé de leer ése libro aberrado- Imagino que la misma postura de susto tuvo el Che al leer semejantes aseveraciones casi anti-marxistas. Ya que el Che era un gran lector de la filosofía de la praxis de Gramsci que era el marxismo subjetivista, junto con Rodolfo Mondolfo y otros Italianos, Gramsci fue encarcelado, Mondolfo exiliado en Argentina por el fascismo italiano. Entonces el marxismo del Che era una mezcla del Marxismo leninismo cuya versión eran los Fundamentos del Leninismo de Stalin, la praxis de Gramsci y la Guerra de posiciones de Mao. Interesante mezcla.

La lectura de la revolución del Che era la maoísta, no la leninista, ya que en Lenin era el proletariado urbano el que debía ser el rector de la revolución junto al inmenso campesinado, cosa contraria pasó en China, donde no existía un proletariado avanzado, más bien el país era predominantemente agrario con un avance industrial exiguo. El Che y Fidel haciendo una lectura de los problemas estructurales de la situación histórica de la formación del capitalismo en América latina, pues le apostaron por la lucha armada; pensaban que el proceso realizado en Cuba iba a ser un efecto dominó sobre la región, cosa que también Washington pensó y de ahí surge el Desarrollismo y algunas corrientes de la teoría de la dependencia de cuño cepalino para contrarrestar el avance de otras posibles insurrecciones armadas y apaciguar el movimiento campesino y el problema agrario. Che dejó algunos escritos sobre su concepto de lo que debía ser el socialismo “El socialismo y el hombre en Cuba” que narra su experiencia como ministro de relaciones exteriores durante la revolución. Pero el Che era un internacionalista, Fidel era más nacionalista en ése sentido. Che buscaba la revolución Permanente ( Guerra de guerrillas)y marchó a Bolivia donde hizo una intentona de agilizar y agitar al campesinado de dicho país y libró una guerra de guerrillas que terminó con su captura y ejecución.

Las revoluciones suelen tener sus etapas de utopías y el Che las encarnó muy bien. Ideales de una cosmovisión ética, histórica, y moral muy elevada, consagrada a la transformación de las condiciones injustas que la sociedad capitalista engloba. Para muchos el Che es un sanguinario, asesino etc., para otros un héroe e ícono de la revolución mundial y latinoamericana. Aquel 9 de octubre 1967 no asesinaron al Che, hicieron nacer a la leyenda, lo inmortalizaron. Aunque la izquierda tiende al dogmatismo, a la poca o extinta auto-critica de sus mismos postulados, y se trata con veneración a los fundadores del “socialismo científico” debe rescatarse y recordar las enseñanzas correctas de los forjadores de los procesos revolucionarios.

Progreso, Yoro, 8 de octubre de 2017

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