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Coronavirus | La guerra entre China y Estados Unidos

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. El mundo está en una especie de nueva guerra fría, a partir de la pandemia del coronavirus, repite la prensa de Europa y de Sur América.

El origen de la pandemia sigue siendo un misterio mientras por un lado Donald Trump, desde Estados Unidos, y al otro, en Asia, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se culpan entre sí por mentiras, ataques y manipulación, relacionada con la Covid 19.

Una disputa por el mar de la China Meridional y la decisión de China de fortalecer sus lazos comerciales con los clásicos enemigos de Estados Unidos, han exacerbado el tenso panorama de disputa que se viene dando en los mercados financieros y comerciales , entre ambos imperios.

Los análisis han sido abundantes y coinciden en que las relaciones entre Estados Unidos y América Latina ya no serán las mismas, ahora están condicionadas por el crecimiento del gigante asiático en la región. El beneficio o el condicionamiento de esta región dependerá de la capacidad de negociación entre los gobiernos.

En este análisis les mostramos los efectos generales de la inversión China en América y un ligero panorama de los últimos acontecimientos en torno al creciente conflicto entre ambos país que ha ido cambiando su tono diplomático a medida avanza la pandemia. 

Corrupción y muerte 

En Honduras, la inversión China no ha significado una mejora en los términos de comercio humano para la población.

En las zonas costeras, aprovechan el producto marino  en condiciones que no son del todo transparentes ni respetuosas de los derechos humanos, de acuerdo con denuncias de grupos indígenas como los misquitos.

Antes de su asesinato, la líder indígena Lenca Berta Cáceres fue una crítica permanente del apoyo de la empresa china Sinohydro que inicialmente apoyó la construcción del proyecto por el que finalmente perdió la vida, asesinada por sicarios militares bajo el mando de empresarios de un banco de Honduras.

En la actualidad, hay denuncias  de las comunidades aledañas al Proyecto Hidroeléctrico sobre el Río Patuca y como es costumbre en las oficinas hondureñas, no hay transparencia en el tipo de impacto ambiental y económico que el proyecto dejará a las vulnerables poblaciones que viven cerca de donde se lleva a cabo el proyecto. No hay supervisión ni información sobre el tipo de materia prima y recursos naturales que los chinos llevan sin generar desarrollo para las comunidades aledañas.

Vea: La china continental en Centro América

Del otro lado, la política estadounidense ha jugado un rol de control e intervencionismo en los asuntos estatales no solo de Honduras sino de América Latina, la historia de la región está signada por golpes de Estado, asesinatos, desapariciones forzadas y operaciones secretas llevadas a cabo en el territorio.

Mientras Estados Unidos ha asegurado el control político del continente, las inversiones del gigante asiático han ido creciendo. 

El otro lado del intervencionismo estadounidense, con guerra, invasiones, operaciones secretas, es la abierta política de China para gobernar el mundo con su «dictadura o tiranía» a través de sus prácticas económicas, sin democracia, según el documental de la DW EE. UU. contra China.

https://youtu.be/_EzfGrTEgDU

China en América Latina

En su análisis El ascenso de China y su impacto en América Latina, Sergio Martín Páez, escribió para Celag que “la mayor articulación entre la dinámica de acumulación china con América Latina estuvo enfocada en algunos países y en un grupo reducido de sectores específicos, los cuales reproducen la inserción internacional histórica y de los cuales difícilmente se pueda esperar un cambio estructural. No obstante, se reconoce que la disputa hegemónica entre EE. UU. y China abre posibilidades de obtener algunas beneficios en términos económicos que podrían derivar en mejoras sociales, de acuerdo a las políticas implementadas por el Estado.

El mundo está convertido en un tablero de ajedrez, con una tensión y una guerra que se basa en indicadores económicos en medio de la pandemia. En este juego, América Latina es una pieza con un valor estratégico.

Para Páez, https://www.celag.org/ascenso-china-impacto-america-latina/, «La (re) emergencia china[1] ha implicado grandes transformaciones en la dinámica capitalista de comienzos del nuevo siglo. La “fábrica del mundo”, que creció un 10% al año durante más de 30 años, ha escalado en la jerarquía internacional mientras que Estados Unidos ha quedado como el “consumidor de última instancia”. En ese lapso, China se afirmó como el principal productor mundial de manufacturas intensivas en mano de obra y tecnología, al tiempo que se transformó en un gran mercado consumidor de máquinas y herramientas europeas, japonesas y coreanas, y de materias primas del sur global (Pinto, 2011, Pinto & Gonçalves, 2015). Este fenómeno, en forma conjunta con la política de bajas tasas de interés de la Reserva Federal de EE. UU., posibilitaron aumentar las tasas de crecimiento de las economías de América Latina con respecto a los ’80 y ‘90 por un alivio de la restricción externa».

«Las elevadas tasas de crecimiento chinas volvieron su patrón de acumulación cada vez más dependiente de la importación de recursos naturales. Además de su escasez relativa, la producción de materias primas en China presenta diversos problemas que limitan un aumento significativo de su oferta interna: principales campos petrolíferos maduros y producción en declive; alto costo de producción de mineral de hierro y bauxita; baja relación entre reservas y producción de minerales como cobre (17 años), manganeso (15 años), plomo (7 años) y cinc (8 años), entre otros. Con respecto a la soja, la política de seguridad alimentaria volvió la producción de cereales más atractiva que el cultivo de la oleaginosa (Freitas da Rocha & BIelschowsky, 2018)».

«En términos absolutos, las exportaciones de Brasil y Chile significan dos tercios de la relación comercial regional con China. Teniendo en cuenta Perú, Venezuela, Argentina y México, podemos explicar el 95% del comercio chino-latinoamericano, por lo que estos seis países explican el grueso del impacto del ascenso de China. Estos lazos con un pequeño grupo de países se fundamentan, a su vez, en un único producto por país que concentra la mayor parte de la relación bilateral y que, a su vez, es de bajo contenido tecnológico

Por consideraciones de racionalidad económica, las empresas petroleras de China venden gran parte del petróleo latinoamericano bajo su control a los Estados Unidos y a su propia región, y adquieren el combustible de mercados más próximos geográficamente, por sus características más compatibles con su capacidad de refinación. En este sentido, la prioridad es garantizar la propiedad del petróleo y la posibilidad de enviarlo directamente al país cuando se considere necesario. En este sentido, llama la atención el escaso control chino sobre el petróleo de Colombia y la inexistencia de negocios petroleros chinos en México, dos de los cuatro mayores países productores de la región. Esto puede indicar que los dos países se confirman como áreas sometidas a la influencia geopolítica de los Estados Unidos. (Freitas da Rocha & BIelschowsky, 2018) ».

Este análisis de la Celag profundiza en las características del comercio entre China y América Latina y describe la manera en que los asiáticos obtienen recursos como el petróleo para venderlo a Estados Unidos.

«En resumen, lo que podemos apreciar es que la búsqueda por parte de China de recursos naturales en América Latina presenta diferentes estrategias y que exceden a la teorización sobre las causas de IDE de Dunning sobre la búsqueda de mercado interno, mano de obra barata y activos tecnológicos. En el caso del petróleo, el acceso tiene lugar principalmente mediante financiamientos con contrapartidas de petróleo e inversiones directas. El mineral de hierro y el cobre son obtenidos mediante inversiones directas e importaciones; así, lo que de alguna manera garantiza la seguridad en el abastecimiento parece ser el control físico del recurso. En el caso de la soja, el camino elegido ha sido la importación cada vez más intermediada por empresas mercantiles presentes en la región y recientemente adquiridas por China (Freitas da Rocha & BIelschowsky, 2018) »

La guerra

El 29 mayo 2020, la BBC de Londres advirtió que en los “en los últimos meses han crecido las fricciones en las relaciones entre China y Estados Unidos. El canciller chino incluso habló de una nueva «Guerra Fría».

«Las fricciones evidentes fueron resumidas el pasado fin de semana por el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, quien dijo que algunas «fuerzas políticas» estadounidenses están empujando a ambos países «al borde de una nueva Guerra Fría». El funcionario señaló que las «conspiraciones y mentiras» sobre el covid-19 que se difunden desde Estados Unidos están aumentando preocupantemente las tensiones entre ambas naciones», reportó la BBC.

Hay una evidente guerra comercial, amenazas de China para imponer mayores restricciones a la libertad de expresión. Los medios reportan a diario brotes de xenofobia y racismo en China, pero además xenofobia del mundo hacia los asiáticos. La marca Huawei está en el centro de las disputas.

Otra agencia que ha estado reportando al respecto es la alemana DW,  la emisora internacional de Alemania que produce periodismo independiente en 30 idiomas, al advertir que China estaría en la búsqueda de un enfrentamiento con Estados Unidos.

Según la DW, la declaración más reciente del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, mediante las que el Gobierno de Estados Unidos ha declarado ilegales los reclamos de Pekín por la disputa territorial en el Mar de la China Meridional, hace cuatro años que  la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya declaró ilegales los reclamos de Pekín al Mar de la China Meridional.

Amigo de los enemigos

“Las medidas más estrictas que China ha tomado hasta ahora es la cooperación económica y de seguridad acordada con Irán. Pekín y Teherán han concluido una asociación integral a largo plazo, según informes de prensa recientes. El régimen comunista planea invertir decenas de miles de millones de dólares en Irán durante los próximos 25 años. A cambio, China recibiría petróleo. Con las ganancias del acuerdo, Irán saldría del aislamiento internacional que las Naciones Unidas y Estados Unidos habían traído al país debido a su controvertido programa nuclear”, informó la DW.

De acuerdo con este reporte, la confrontación además es visible en el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una ley de sanciones que “prácticamente podría excluir a todos los bancos chinos de la compensación con el dólar estadounidense, ya que ofrecen servicios financieros a personas y empresas sancionadas. Como el mercado de consumo más grande del mundo, Estados Unidos tiene el mayor apalancamiento con su posición más fuerte en el comercio mundial”.

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