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Lloraba por las crueles burlas: hoy es un laureado defensor de derechos LGTB

Laureado defensor de derechos humanos 

2020

Esta labor lo convirtió en el primer hondureño en recibir el premio Franco – Alemán de Derechos Humanos, dicho reconocimiento se otorga a personas destacadas que trabajan en la defensa de los derechos humanos.

2012

Reconocimiento como defensor de los derechos humanos, en particular por las personas LGTBIQ+, por parte de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos. También, el Comité de la Diversidad Sexual reconoció su destacada trayectoria y participación en la vida y evolución del Movimiento LGTBI Hondureño.

 

2011

En 2011, fue representante de los Grupos LGTBI ante el Mecanismo Coordinador de País, Fondo Global MCP-Honduras; estuvo asignado al capítulo de sida en Tegucigalpa.

2009

Estuvo nominado al premio de Defensores de Derechos Humanos Frontline de Irlanda.

2008

Recibió reconocimiento del Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) y Fondo Global “fortalecimiento a la respuesta Nacional para la Prevención y Promoción de la Salud en el componente de VIH/Sida y participó como expositor del Programa Internacional de Prevención de Jóvenes Gay XVII Conferencia Internacional de Sida en México 2008. Ha sido voluntario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Entrevista: Lellanith Baca | Edición e imagen gráfica: Wendy Funes








José Zambrano en entrevista con la periodista Nadia Lellanith Baca. Zambrano cuenta con una larga experiencia como facilitador de capacitaciones, talleres, conversatorios, implementación de mejores prácticas desde 2004 hasta la actualidad entre otras actividades aunque para él no ha sido un camino fácil ya que desde pequeño ha sido víctima de discriminación y maltrato por su orientación sexual. Estas situaciones lo motivaron a trabajar por los derechos de la comunidad LGBTIQ+.

El activista hondureño cuenta las dificultades y discriminación que enfrentó desde muy pequeño por su orientación sexual y cómo esto lo impulsó para luchar  por  los derechos de la comunidad LGBTI en Honduras.

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Al ver los ojos claros agrandados con entusiasmo cuando habla y la picaresca sonrisa radiante que hilvana con su alegría, es impensable imaginar la vida de dolor y discriminación que José Zambrano ha vivido.

En los últimos años, estaba dedicado a cuidar a su madre con amor cuando tuvo que salir de Honduras por amenazas de muerte. Al regresar, logró compartir con su mamá los últimos días. Ella murió durante la pandemia. Siempre fue una mujer comprensiva y amorosa con su hijo. Su hijo, tratado con irrespeto y burlas en la homofóbica sociedad hondureña.

A través de un viaje muy íntimo que arrancó con sus recuerdos de escolar en los años ochenta, con las calles de la capital de Honduras como escenario, Zambrano cuenta los relatos de dolor que lo condujeron a ser uno de los pioneros del Movimiento de Diversidad Sexual en Honduras.

Hijo de campesinos que emigraron del campo para  establecerse  en la ciudad capital, es el tercero de 11 hermanos. José Zambrano tiene más de 40 años luchando por los derechos humanos de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI).

Su  lucha por la igualdad tiene un enfoque basado en la  inclusión y el respeto, además, trabaja por la prevención y para revertir la estigmatización. Es miembro fundador de la Asociación para una Vida Mejor de Personas Infectadas y Afectadas por el VIH/sida en Honduras (APUVIMEH) y de la Casa Refugio “Renacer”.

Es reconocido por toda la comunidad LGTBIQ+ como un auténtico defensor de derechos humanos.

Infancia marcada por la discriminación y maltrato

Con un carisma muy particular, una fuerte y estruendosa voz, portando un chaleco de los Derechos Humanos (DD. HH.), comparte sus experiencias. Él les llama “traumas” que tuvo que pasar desde muy pequeño y rememora cómo lo impulsaron a trabajar por los derechos humanos de la comunidad LGBTI.

Reporteros de Investigación (RI): ¿Cómo fue su infancia?

José Zambrano (JZ): Muy difícil, yo era objeto de burla y de rechazo de mis compañeros, me cantaban canciones de burlas, yo llegaba a la casa llorando y le  decía mi mamá. Ella solo me decía que no les hiciera caso. Estudiaba en  la Ramón Villeda Morales, vendía periódicos, ayudaba a las personas a cargar sus canastas, porque en esa época se hacía eso, o en navidad vendíamos cuestiones decorativas…. Manzanas, uvas o hasta ropa en la primera avenida.

RI: ¿Por qué cree que era blanco de burlas?

JZ: Por mi conducta, por mi comportamiento, yo siempre jugaba lazo con mis compañeras; aunque tenía unos cuantos amigos, nunca asumí el rol masculino. No me gustaba jugar fútbol o juegos de guerra, cosas así…. Me criticaban por eso. Recuerdo que cuando jugaba al papá y la mamá como cualquier niño yo siempre hacia de mamá (risas).

José Zambrano almorzando.

“Me decían compórtate como hombre, camina como hombre, hablá como hombre”.

José Zambrano

RI: ¿Cómo reaccionaba su familia a cerca de su conducta?

JZ: Mi comportamiento era muy obvio, entonces me decían “hablá como hombre, caminá como hombre, pórtate como hombre; entonces hubo una explosión interiormente», “Yo decía…. ¿qué será?, ¿Cómo puedo cambiar esto si me viene desde adentro?”.

Mi hermano, en una ocasión, agarró la pistola y me dijo: “te voy a macanear” y disparó al suelo, yo le grité a mi mamá para que me defendiera y ella lo regañó. Pero a pesar de eso, mi familia me defendía cuando alguien les decía algo sobre mí. Mi papá me decía que cambiara, pero mi conducta nunca fue motivo de golpes o discriminación.

Yo escuché a mi abuela decir que en la familia había alguien con una expresión diferente, como en una segunda generación antes, de un abuelo o  algo así, ellos dijeron (su familia) que tal vez podría ser por eso que yo tendría estas preferencias. Pero no me siguieron molestando, me trataron con un hijo más.

RI: ¿Cuándo se dio cuenta de su orientación sexual?

JZ: Desde niño sentía  que tenía algo en la cabeza que me condiciona a actuar de una forma diferente y a sentir diferente. Era una atracción hacia el mismo sexo en cuanto al sentido de identificarme. No sabía porqué.

Recuerdo que en el  75 (1975), estaba en cuarto grado cuando escuché por  primera vez la palabra homosexual. En esa época, tenía un compañero que era gay también; la escuchamos  de una pastora. En ese tiempo, a uno le compraban un librito de diccionario y recuerdo que decía: ‘atracción involuntaria del mismo sexo’ y nos quedamos viendo con mi amigo y  dijimos ‘mirá: nos dijo culeros…. jajajajaja’. Pero no me imagine que esa palabra iba a ser parte de mi vida o la iba a seguir escuchando.

RI: ¿Alguna vez habló con alguien acerca de las dudas que tenía en cuanto a su orientación sexual?

JZ: Cuando Estaba en tercer o cuarto grado, tuve un profesor de apellido Quintanilla, recuerdo que  yo le pregunté que si yo era así (gay) y me dijo que sí. Él se dio cuenta  que mi homosexualidad era muy extrovertida, pero nunca me trató mal ni mucho menos, me trató igual que los demás.

 RI: ¿Las burlas, los maltratos no generaron una conducta rebelde en usted?

JZ: Comencé a no dejarme de la gente, yo  era respetuoso y todo pero llegó un momento que me defendía, así como me trataban iba a tratar. Yo  era un tipo muy vago, me refugiaba con mis  amigos cuando tenía diferencias con mis  papas. Mi mamá lloraba cuando yo me perdía. Para no darle problemas por mi conducta o porque peleaba con mis hermanos, me alejaba y eso hacía que los rechazara como familia. 

Cuando comencé el ciclo común en el Central, recuerdo que me dejé crecer el cabello y me quité el bigote, eso me acarreó muchas burlas por parte de otros chicos; en la primera semana de colegio terminé peleando con un compañero, nos  fuimos  por los talleres y los compañeros haciendo barra y comenzamos  a golpearnos, él me dio golpes con puño cerrado y yo lo arañé y le mordí también.

  «Yo siempre estaba soportando palabras ofensivas pero con los golpes no lo pude aguantar y pensé si me dejo, todo el tiempo va a pasar lo mismo”.

José Zambrano

José Zambrano y Wendy Funes en un taller para aprender sobre la lucha contra la trata de personas.

RI: ¿Y alguna vez tuvo una novia?

JZ: Cuando estaba en las escuela, sí tuve una, se llamaba Blanquita, una compañera; pero era por  aparentar, era para sacarla más bien y se viera con el novio, yo era su cómplice, (risas), también con otra de mi  barrio Concepción, recuerdo que salíamos a bailar y  a celebrar, alguna vez nos dimos un beso pero nada más… era pura apariencia.

Pero sí recuerdo a mi primer amor; se llamaba Alberto, fue a los 12 o 13 años. Fue una experiencia de besos y abrazos,  compartir alguna plática, había mucho cariño y mucho aprecio.

Una violación

Recuerdo que tenía como 14 o 15 años , estudiaba en el Central Vicente Cáceres, yo estaba en Comayagüela, fui a recoger unos poster al Correo Nacional, cuando yo salgo del Correo Nacional, con mis posters, vestido con mi camisa blanca y pantalón gris en la mañana, yo iba para mi colegio; entonces cuando iba bajando para el colegio se acercó un carro y el señor que iba adentro se ofreció a llevarme, me dijo: “móntate te voy a llevar al colegio”,  el hombre me persuadió y yo también alucinaba llegar al colegio en ese carro,  una vez que yo me monté al carro ni me había sentado cuando el carro empezó a subir las ventanillas automáticamente, cuando voltee a ver al señor me estaba apuntando con un revólver, este hombre me dijo “empezá a mamar” y empecé….Parecía un policía, tenía un revólver militar, una fatiga verde y su carro era verde de doble asiento largo, modelo viejo, bien cuidado, como un cherokee, pico largo y cola larga, un carro muy bonito. 

A dos cuadras del correo, pasamos por la empresa El Rey cogimos para el norte y pasamos por La Laguna. Después salió de la carretera de La Laguna y agarró,  la carretera a Olancho y cuando acordamos, ya estábamos apartados en un lugar de pinos y todo solitario.

Me sentí asustado, la intención era sexualmente, yo le dije que no quería y en eso pues me sacó la pistola y me dijo: “sino me haces caso y haces lo que yo quiera aquí, sí te voy a matar”.

Yo era un cipote (niño)…él me dijo que me desnudara, me desnudé completamente y él abrió la puerta…y empezó a abusar de mí.

Regresamos y quería llevarme a San Pedro Sula,  ahí comencé a decirle que tenía mamá papá…..hermanos que tenía que regresar a mi casa, que me estaban esperando y que necesita ir al colegio…baje todos los santos.

 (José recuerda que esa súplica lo  ayudó y el hombre accedió a bajarlo del automóvil).

Cuando me bajé, después de lo que me había sucedido, no quise pedir jalón, tuve que regresarme caminando, pasé por el mismo lugar donde había pasado todo.

Me sentí mal, me sentía triste, vulnerado, no le dije a nadie no podía decirle a nadie todo eso me lo tragué yo solo.

RI: ¿Por qué no denunció?

JZ: Por miedo a que  me dijeran algo o a que no pasara nada ya que anteriormente un tío por parte de mi mamá me aventó un envase de refresco en la cabeza, salí corriendo hacia mi casa y sangraba mucho, me llevaron al hospital y me hicieron puntos, una que me dejó cicatriz en la cabeza.

Después de eso, le pedí a mi mamá que lo denunciara, pero no quiso. Eso me frustró mucho…así que por eso tampoco quise  decir algo de lo que me había sucedido, sentí que no pasaría nada.

“Lo mejor es que nos aceptemos tal y como somos, porque sino, hacemos nuestra vida más difícil”.

José Zambrano

RI: ¿Cómo fue el proceso de aceptación entre usted y  su familia?

JZ: Bueno, recuerdo que mi papá me decía que esas cosas iban a cambiar, pero como estas cosas no cambian, mi mamá le preocupaba que yo no tuviera hijos decía que quién me iba a cuidar cuando estuviera viejo. Pero recuerdo que un día llegué a la casa porque para ese entonces vivía con mi abuela y le dije a mi mamá que no iba a poder casarme o tener hijos porque no me gustaba…tenía como veintitantos años no recuerdo muy bien, pero ya trabajaba y era más centrado.

RI: ¿Usted cree en Dios?

JZ: A pesar de todo, sigo creyendo en Dios, no puedo apartar de mí esa crianza Católica porque iba a la iglesia de San Juan Bosco en frente de mi casa, acompañaba a mi mamá a la iglesia los Dolores, la Catedral yo creía lo que se decía en la iglesia.   Es por eso que la parte de la fe hay que incluirlo en los programas o decir que nosotros también tenemos fe y somos seguidores de Cristo no de una iglesia, ya sea católica, evangélica u otra religión

RI: ¿Qué pensaba cuando escuchaba en la iglesia un discurso sobre la orientación sexual

JZ: Que solo había hombres y mujeres y cualquier otro comportamiento era inmoral y pecaminoso y todo lo demás.

RI: ¿Qué lo motivó en trabajar por los Derechos Humanos de la comunidad LGBTI?

JZ: A raíz de relacionarme en diferentes clubes sociales donde había personas que les gustaba el baile, concurso, la música, algunos eran decoradores diseñadores o colaboraban en salones de belleza, tomé más conciencia, después no solo era un grupo de amigos que compartían sino que comenzamos a trabajar por los demás; pero fue la epidemia del VIH/Sida como en los ochenta más o menos que me motivó  porque muchos de las víctimas eran gais y trans….algunos yo los conocía y eso me marcó, vi morir a muchos amigos.

José Zambrano, asegura que sus padres le inculcaron el respeto e igualdad hacia los demás. Ambos ya murieron, su padre cumplió 14 años de fallecido, su mamá murió el año pasado a  causa de complicaciones por el Covid-19  ya que tenía una enfermedad de base.

RI: ¿Cómo eran sus padres?

JZ: Eran padres muy  católicos. Mi papá era un hombre trabajador, blanco, ojos verdes; mi madre, una campesina, de piel trigueña; pelo largo; una mujer muy digna ella siempre luchó y defendió su vida, mi mamá era una persona muy sociable…muy linda ella.

RI: Algunas personas piensan que el movimiento LGBTI promueve la homosexualidad y el lesbianismo. ¿Qué piensa acerca de eso?

JZ: Nosotros no estamos promoviendo la homosexualidad, porque yo no quisiera que alguien fuese homosexual por toda esta cadena de sufrimientos que se lleva desde niño, adolescente…. dentro de la familia y además en la sociedad pero se debe de manejar primero en un enfoque de aceptación y respeto y también de la inclusión.

RI: ¿Cuál es el objetivo de su labor?

  • Empoderar a los chicos, darles esa herramienta para que sean ellos los que decidan aceptarse porque salir del closet es la aceptación  o no decir nada.
  • Pero no que se sometan a estos cambios de identidad forzados no sino que sea a través de  sesiones con profesionales, hay que dejar que las personas busquen aceptarse.
  • En cuanto a la familia es apoyar y dar consejería a los padres. En la educación que tanto los directores,  maestros y consejeros tengan una formación basada en el respeto e individualidades.

RI: ¿Está de acuerdo con la adopción entre personas del mismo sexo?

JZ: Sí, estoy muy de acuerdo en que cualquier persona que tenga la capacidad y que tenga lo indispensable para ofrecer a un nuevo ser ya sea un niño o una niña no solo cosas materiales sino también cosas espirituales, cuidado, cariño, amor, comprensión educación porque de eso se trata, de formar una persona con nuevos valores inculcando ese respeto hacia el prójimo.

RI: ¿Cuál es su mayor sueño en la vida?

JZ: Mi sueño es terminar con las divisiones que existen en la sociedad que fuéramos personas más justas, sueño con que se acabe la discriminación por orientación sexual o identidad de género en mi país y en el mundo.

 “He idealizado un mundo perfecto un mundo de igualdad de paz, serenidad y honestidad”.

José Zambrano

Cuando estaba en la escuela en una ocasión llamaron a mi mamá porque según la directora yo tenía conductas inapropiadas con otro amigo mío que también era gay, me acuerdo que estaban las dos mamás en la dirección  y una culpaba a la otra de estar influenciando al otro sobre el comportamiento…pero nosotros sabíamos la verdad, nadie nos obligaba ni yo a él ni él a mí. Pero esa fue una mala práctica de la profesora Suyapita enfrentar a las mamás, cuando lo correcto era que hablara con ambas, pero separadas.

José Zambrano

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