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Serie Violencia Secreta

Primera Parte| A partir del 14 de febrero

La violencia doméstica encabezó las cifras de denuncias en los últimos siete años consecutivos, mostrando la superficie de la realidad brutal de este tipo de agresión contra las mujeres, pero el discurso público del Estado hondureño omite su gravedad y se enfoca en perseguir y enfatizar otros hechos delictivos, mientras evade integrar políticas de género a la investigación policial de este hecho lesivo contra las mujeres.

En los últimos 7 años, la violencia doméstica se ha mantenido de manera invariable como la falta más denunciada en Honduras, pero fue un hecho invisibilizado en el discurso público y se le hace creer a la opinión pública que la seguridad es un asunto de militarizar la seguridad pública.

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Cuando los médicos forenses voltearon el cadáver que tenía el rostro dentro de una charca de lodo en la calle de un barrio del sur de este país centroamericano, vieron que se trataba de una mujer. Estaba casi desnuda.

En ese instante, no sabían de los nueve años de silencio que anticiparon el crimen contra Marta (nombre modificado). La revisión forense del cuerpo inerte reveló moretones en los ojos, fracturas en las manos, brazos, costillas y heridas de arma blanca. 

—Si yo hubiera escuchado, si yo hubiera visto, yo lo detengo— justifica el papá del hombre que la mató a golpes y con heridas de arma blanca. Eso lo dijo el padre del agresor luego del crimen, contó la coordinadora de la Red Regional de Mujeres del Sur, Blanca Guevara.

En los últimos 7 años, la violencia doméstica se ha mantenido como el ilícito más denunciado en las postas policiales. Es el hecho que encabeza las cifras de violencia delictiva, de acuerdo con el análisis estadístico hecho para esta investigación luego de solicitar a la Secretaría de Seguridad el total de las denuncias de ilícitos desde 2014 a 2021. La violencia doméstica es una forma de violencia delictiva minimizada porque el sistema legal la norma como una “falta”. No es tipificada como delito sino hasta que hay reincidencia. Es entonces que la Fiscalía de la Mujer define, con base en la investigación criminal, cuál es el tipo penal que aplicará, si violencia contra la mujer o maltrato familiar, tipificados en el nuevo Código Penal. 

“Para que el juzgado penal conozca los casos de maltrato familiar o violencia contra la mujer, deben darse, dos situaciones, que sea reincidente, en sede civil o en sede penal; dos: que las lesiones examinadas por médicos legista sean iguales o mayores a 10 días de incapacidad”, explicó Florencia Quesada, abogada feminista.

Escena del crimen y radiografías de Marta.

El silencio y la justificación de la muerte

—Marta llevaba nueve años de violencia doméstica y no había denunciado —prosigue la defensora del sur de Honduras.

Al norte del territorio, la directora de la Colectiva de Mujeres Hondureñas (Codemuh), María Luisa Regalado,  en sus investigaciones ha descubierto que la violencia doméstica no atendida o que sucede en silencio termina en muerte. 

—Si la mujer no se atrevió a denunciar, no se sabe por qué—, advirtió Regalado. —Es por eso que muchas veces usted va a ver mujeres asesinadas y empiezan a preguntar por qué, a inventarse: es porque andaba en el crimen organizado, es porque andaban en malos pasos y muchas veces las mujeres han vivido la violencia doméstica silenciosamente sin que sea pública —, describió Regalado.

Eso quiere decir que la violencia doméstica es un tema silenciado, de vida o muerte no solo para la mujer sino para el entorno más cercano, familiares, hijos, vecinos.  Regalado ha conocido casos de mujeres golpeadas. 

A una mujer, por ejemplo, le metían la cabeza en la pila con agua, pero nadie podía denunciar por temor de represalias porque no se sabía si los agresores estaban vinculados a estructuras criminales.

La Codemuh trabaja con mujeres que sufren violencia laboral en las maquilas de Choloma, al norte de Honduras. También acompaña a sobrevivientes de violencia doméstica y, de manera consecutiva, ha venido haciendo una Auditoría Social a la Unidad de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres, Femicidios y Operadores de Justicia dependiente del Ministerio Público, el ente que ejerce la acción penal en nombre del Estado.

Choloma es una de las ciudades que encabeza la economía maquiladora del país y también una de las cuatro ciudades que encabeza la tasa de muerte violenta de mujeres por cada cien mil habitantes mujeres, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). 

El estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) dijo en 2020 que cada 23 horas matan a una mujer; el Observatorio de la Violencia de la UNAH, por su parte, informó que cada 17 horas, la contradictoria cifra es ya conocida y no es fortuita como tampoco lo es la violencia doméstica.

Los sitios donde hubo alzas son las mismas rutas del tráfico de droga: de acuerdo con la Codemuh el crimen organizado es un factor que provoca mayor violencia contra la mujer.

Violencia doméstica encabeza cifras de inseguridad

Cuando se preguntó a la Secretaría de Seguridad cuáles fueron los 10 delitos más denunciados entre 2014 y 2021, a través de la respuesta a una solicitud de información pública, respondió con bases de datos que muestran el robo en primer lugar.

Al solicitar el listado general de delitos y analizar las estadísticas de todos los hechos denunciados entre 2014 y 2021, descubrimos que la estadística de manera invariable es encabezada por la violencia doméstica. 

Al respecto, una investigación del Centro de Estudios de la Mujer (CEM-H) reveló en 2017 que “Según información estadística del Poder Judicial, la Violencia Doméstica es la primera causa de denuncia de delito contra la persona. Entre el 2009 y el 2015 suma 124,931 denuncias de violencia doméstica en los Juzgados de Letras y Paz del país, un promedio de más de 20,000 casos anuales de los cuales el 65% han caducado, que pasó de 48% en el 2013 al 65% en el 2014”.

Delitos 2014-2021 (Información Pública respondida por la Secretaría de Seguridad)

Denuncia Cifra total de denuncias
Violencia domestica 19153
Violencia intrafamiliar 5611
Género y tipo de denuncia Cantidad de denuncias Género y tipo de denuncia Cantidad de denuncias
Femenino   Masculino  
Violencia domestica 13052 Violencia domestica 6101
Violencia intrafamiliar 4093 Amenazas 2753
Amenazas 2027 Estafa 1562
Lesiones 987 Violencia intrafamiliar 1518
Estafa 769 Robo 1391
Maltrato 718 Lesiones 1390
Daños 712 Daños 1253
Robo 678 Hurto 777
Del lado izquierdo aparece el resultado de calcular denuncias con datos desagregados entregados por la Secretaría de Seguridad. Sin embargo, en el resumen estadístico  de los 10 delitos hecho por la Secretaría, sistemáticamente la entidad reporta menos que los que muestran sus propios datos (derecha).

Se destacaron delitos que afectan más a los hombres

La violencia doméstica tiene como principal víctima a las mujeres, en cambio las principales víctimas del robo son los hombres.

Con el robo usted ve a la gente llorando en la calle y ve el problema, pero la violencia doméstica se oculta en los hogares, explica Regalado.

Sus palabras coinciden con los resultados que muestran los Boletines del Observatorio de la Violencia del IUDPAS-UNAH. Estos estudios reflejan que el hogar es el segundo lugar más peligroso para las mujeres porque es ahí donde las matan más, después de la vía pública.

La Tribuna de Mujeres contra los Femicidios denunció que las denuncias de violencia doméstica se duplicaron en 2020 durante el confinamiento por la pandemia de covid-19; la Codemuh reveló que en 2020 se recibieron cien mil denuncias de violencia doméstica en el Sistema Nacional de Emergencias (911).

La estadística obtenida del Sistema Nacional de Emergencia refleja que entre 2016 y 2018 se registró la violencia doméstica como la falta más denunciada después del escándalo en vía pública. Después, de 2019 a 2021, las cifras proporcionadas por el 911 no revelaron cómo se registró la violencia doméstica.

Tipo de denuncia  2016   2017 2018  
Total de denuncias recibidas 288.914   862.149   2125842
Investigación 67.088 Asistencia 200.363 Asistencia 197.917
Asistencia 64.228 Investigación 190.620 Escándalo vía pública 162.256
Escándalo vía pública 41.304 Escándalo vía pública 112.584 Investigación 150.653
Emergencias Médicas 24.932 Emergencias Médicas 80.321 Emergencias Médicas 121.319
Accidentes de Tránsito 21.427 Accidentes de Tránsito 65.349 Accidentes de Tránsito 117.403
Violencia Doméstica 19.025 Violencia Doméstica 50.231 Violencia Doméstica 72.600
           
Fuente: Sistema Nacional de Emergencia.

Evidencias muestran que el Estado minimizó la violencia doméstica

Al silencio que caracteriza la violencia doméstica porque ocurre dentro del hogar —y aun así es un hecho que encabeza las denuncias por inseguridad ciudadana en los últimos siete años consecutivos—, hay que sumar que el gobierno de Honduras, en su política de Seguridad Pública y en su Política Criminal ( respuestas para afrontar el fenómeno criminal), minimizó, silenció la violencia doméstica.

“Es que así es”, sentencia Regalado al consultarle si desde la Colectiva de Mujeres Hondureñas (Codemuh) les parece que el gobierno disminuye la violencia doméstica. “En el marco de la pandemia las cosas que hicieron fue por presión de las organizaciones feministas” , denunció.


Violencia simbólica: La violencia de naturaleza simbólica o indirecta es aquella producida a través de la interiorización, incluso por las propias víctimas, de creencias y roles sociales que reproducen la dominación masculina o justifican o banalizan los tipos de violencia referidos en el apartado anterior. Son mensajes, valores, iconos, signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad.


La violencia ejercida contra las mujeres debe ser vista en el contexto de la desigualdad sustantiva, de la desigualdad material y, ser analizada desde las causas reales de una sociedad patriarcal que hacen aparecer a las mujeres como culpables de hechos violentos, sea porque se sostiene que ellas mismas provocan dichos hechos por su modo de vestir, de comportarse o, de “exponerse” al andar sola por las calles a altas horas de la noche (López Safi, 2015, La violencia simbólica en la construcción social del Género)


“Un problema es que la violencia doméstica es una falta. Por ejemplo, una de las medidas es que el hombre va a barrer la calle, como sentencia, y en Choloma, hacen cualquier cuestión para no barrer la calle, el problema es que más rabia les da porque no están acostumbrados al trabajo doméstico, eso expone más a la mujer”, describió Regalado.

Otra demostración de que la violencia doméstica es banalizada y minimizada por el gobierno se evidencia en que en las leyes hondureñas es tipificada como una falta, no como un delito. Cuando se solicitó a la Secretaría de Seguridad las estadísticas de los delitos más denunciados en Honduras, las cifras policiales mezclaron faltas y delitos y mostraron cómo la violencia doméstica encabezó las cifras de inseguridad.

No existe cifra negra (subregistro) oficial (porcentaje de delitos no denunciados) para la violencia doméstica, pero en el caso de otro tipo de violencia, el femicidio, la ahora viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, calculó un 20 por ciento más sobre las denuncias. Debido a ese porcentaje de mujeres que no denuncian, que la violencia doméstica encabece las estadísticas de violencia delictiva indica una realidad gravísima en materia de seguridad en Honduras.

Regalado admite que desconocía que la violencia doméstica ha sido el hecho más denunciado en el país. Esto es de esperarse, sentenció. La estadística es mal manejada, no hay estandarización de cifras y subregistros. Para ella, ese es el resultado de la justificación de la violencia contra las mujeres.

La ex directora de Medicina Forense y actual viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, decía que a la estadística de muerte violenta de mujeres había que ponerle un 20 por ciento como cifra negra, pero para el tema de subregistro se necesita una investigación, consideró Regalado.

Las cifras estatales, “ese es otro problema serio” —sostiene la defensora— porque mientras una organización del Estado da una estadística, otra da un dato distinto. No hay estadística unificada, eso significa que no hay cifras reales.

Otro aspecto es que las muertes de mujeres son justificadas y se daña la imagen de las mujeres. En la escena del crimen, sin hacer el estudio ni investigación científica, ningún policía sabe por qué mataron a la mujer, indicó Regalado. 

“El personal que investiga estos hechos no tiene conocimiento ni formación de género, no tienen idea de qué es este enfoque, hay poco personal, no tienen presupuesto para todo el proceso de investigación; en los Juzgados de Violencia Doméstica las mujeres andan rebotando de un lado para otro”.

La minimización de esta violencia se comprueba también con el discurso público enfocado en el narcotráfico, maras y pandillas, tres formas de violencia delictiva que muestran menos denuncias ciudadanas. No hay referencias públicas del mandatario hondureño en torno a la violencia doméstica como un problema de inseguridad que hay que combatir con represión, rehabilitación y/o reinserción. Cuando compareció para hablar del tema, lo hizo destacando logros para las mujeres. En 2017, durante un evento del Ministerio Público, recitó: «en la violencia doméstica tenemos que hacer un trabajo muy intenso en el tema de prevención«.

La mayoría de detenciones y de acciones de la política de seguridad están encaminadas a combatir otros problemas de violencia delictiva exhibidos en la televisión y esta política se enfoca en la militarización para combatir el homicidio. Un boletín de Casa Presidencial de febrero de 2018 demuestra cómo el discurso estatal sobre la seguridad pública se enfocó en medidas represivas contra otros ilícitos, sin mencionar las estadísticas que encabezan las denuncias más frecuentes: 

“Es el resultado de una estrategia liderada por el presidente Juan Orlando Hernández para devolverles la paz y seguridad a los hondureños que es ejecutada de forma articulada por todos los operadores de justicia y seguridad a través de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA). Entre las acciones implementadas se destaca los constantes operativos militares y policiales en las calles, la desarticulación de bandas de crimen organizado, las reformas al sistema penitenciario, el fortalecimiento a los entes de seguridad, la depuración policial y las políticas de prevención”, dice este boletín.

Boletín de prensa

Durante la campaña, el partido que salió del poder utilizó el cuerpo de las mujeres como campo de batalla, recordó Regalado, en referencia a los ataques políticos hechos a la oposición diciendo que si ganaba el partido de izquierda, las mujeres podrían matar a sus hijos mediante el aborto y ellos se declaraban cristianos y defensores de la vida.

En ese orden de ideas, la carencia de una política pública enfocada en combatir el principal ilícito contra las personas en hogares de Honduras genera que la violencia doméstica se convierta en un tema de violencia institucional.

Además, en sus estadísticas y políticas, el Estado tiene una reacción conservadora y tradicional porque el tema LGTB ni siquiera aparece registrado aunque hay personas de la comunidad que también sufren esta violencia en silencio.

***

Gobiernos locales

Choluteca es una ciudad, al sur de Honduras, que está en plena expansión demográfica, con conflictos sociales por la industria extractivista y con desarrollo económico; fue el primer municipio de Honduras que creó en 2010 una Política Municipal de Equidad de Género para capacitaciones a las mujeres en temas de violencia doméstica, autoestima, género y funcional participación ciudadana. 

El Centro de Atención Integral a la Mujer (CAIM) trabaja dentro de la municipalidad con presupuesto,  su propia personería jurídica que integra a la sociedad civil y al Estado, cuenta con la alcaldía, la Red de Mujeres Contra la Violencia de Choluteca y el Centro de Derechos de Mujeres (CDM).

Es la sociedad civil, desde la Red de Mujeres Contra la Violencia de Choluteca, quien determina los protocolos de atención; la alcaldía asegura todos los servicios públicos para el cuidado de las mujeres que han sufrido violencia doméstica. El CAIM no necesita gestionar recursos para el pago de su personal porque eso lo satisface la alcaldía y a diferencia de lo que pasa en las restantes 297 municipalidades de Honduras, la Oficina Municipal de la Mujer (OMM) de Choluteca es una de las primeras instancias donde las sobrevivientes llegan a pedir ayuda. La OMM determina si necesitan atención legal, psicológica o albergue.

Choluteca es un municipio con apertura política, con regidores y regidoras y un alcalde que apoyan al CAIM y a la OMM.

No obstante, esta institucionalidad está inmersa en una cultura de discriminación sexual y sumisión de las mujeres. Ocurren crímenes con saña, los empleos refuerzan el rol femenino como obreras para actividades que son una extensión del hogar en cultivo de alimentos para el sustento de las personas o trabajar en fábricas en roles domésticos.

Si bien hay Oficinas Municipales de la Mujer, la invisibilización desde el gobierno central tiene como consecuencia que el éxito de contar con una política pública en Choluteca, contrasta con la saña con que atacan a las mujeres que se encuentran en otra encrucijada: la violencia del gobierno central por falta de respuestas integrales.

A partir del 27 de enero en Honduras hay un nuevo gobierno. El 19 de agosto de 2021, siendo candidata a la presidencia de Honduras, Xiomara Castro, firmó un pacto con organizaciones feministas del país que integran la Plataforma 25 de Noviembre. Se comprometió a generar políticas públicas para erradicar las violencias contra la mujer y homologar las leyes con los estándares internacionales, entre otras obligaciones.

El 27 de enero de 2022, por primera vez una mujer tomó el mando  como presidenta de Honduras, lo hizo dos días después de que en Honduras se celebró el Día de la Mujer. Su discurso concluyó con las siguientes promesas:

¡Mujeres hondureñas, no les voy a fallar! ¡Voy a defender sus derechos, todos sus derechos! ¡Cuenten conmigo! Hasta la victoria siempre…

Cierre de discurso presidencial en Traspaso de Mando del 27 de enero de 2022

 

Hallazgos del análisis de las denuncias recibidas entre 2014 y 2020 tanto en Juzgados, Sistema Nacional de Emergencia y la Secretaría de Seguridad
 
La mayoría de denuncias fueron interpuestas por mujeres y la edad de los denunciados oscila en un rango de  26 a 55 años, alcanzando un pico a los 39 años. Es decir la edad con mayor cantidad de denuncias.
Al consultar sobre los registro de Violencia Doméstica en el IHSS; respondieron con Atenciones del Área de Salud Mental por problemas entre pareja. Entre 2014 y 2021, el IHSS ofreció 570 consultas a hombres, mujeres y niños por «problemas entre pareja». Fuente: Instituto Hondureño de Seguridad Social en respuesta a solicitud de cuadro de atenciones por violencia doméstica, recibidas en los hospitales de Honduras a nivel nacional entre 2014 y 2021.
A partir de 2017, hay una aparente inversión de los papeles, son los hombres los que aparecen más atendidos en hospitales.
No existe una categorización adecuada de violencia doméstica, los posibles casos de violencia doméstica son catalogados como «problemas entre pareja». La ausencia de políticas públicas que mandaten una adecuada catalogación o catalogación específica dificulta el análisis del impacto de esta violencia entre las mujeres de Honduras.
Hay más hombres denunciados por año desde 1980. Encabezan la lista Cortés, Comayagua y Francisco Morazán.
Entre 2009 y 2015 y en 2018, Cortés en el norte de Honduras, presenta aumento de VD; Francisco Morazán tiene picos de VD entre 2009-2012 y en los años 2016, 2020. 12 de los 18 departamentos presentaron alza en VD en 2020 durante la pandemia excepto Comayagua, Yoro, El Paraíso, Atlántida, Colon, Ocotepeque, Lempira y Gracias a Dios.
La violencia doméstica contra mujeres es transversal a todas las clases sociales. Los denunciados como agresores son abogados, conductores, pero también estudiantes y campesinos. 
Los comerciantes, conductores, estudiantes, peritos mercantiles, mecánicos, bachilleres, abogados y licenciados, encabezan la lista de personas denunciadas por violencia doméstica, en Honduras.

Vea mañana: Segunda parte | Justicia para las mujeres va en retroceso

De marzo de 2021 a febrero de 2022, el equipo de Reporteros de investigación trabajó esta investigación periodística, con Periodismo de Datos. Este es un trabajo producido con el apoyo técnico de Datacrítica, de México, y por el Consorcio CAPIR.

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