- A todas luces, las ansias de poder están arrastrando a quienes integran esta institución a cometer sendas aberraciones demostrando que poco o nada saben sobre Seguridad Ciudadana, tratamiento de conductas delictivas y tratamiento de indicios.
- El orden jurídico, en cuanto al derecho subjetivo, nos dicta la pauta procedimental para el tratamiento ponderado de cualquier indicio o evidencia.
- No queremos como ciudadanos volver al métodos arcaicos o inquisitivos donde los militares hagan lo que se les dé la gana con el pueblo. ¡Queremos vivir en un verdadero Estado de Derecho!
Por Reynaldo Rubio Peña
Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. En diferentes medios de comunicación del país se publicó el procedimiento realizado con las supuestas armas y municiones encontradas por la Policía Militar en diferentes centros penales. Lo preocupante de este procedimiento es el alto grado de autoritarismo que están retomando las Fuerzas Armadas en el país, socavando las bases del Estado de Derecho y el sometimiento al orden Constitucional, el cual por décadas han pisoteado.
El orden jurídico, en cuanto al derecho subjetivo, nos dicta la pauta procedimental para el tratamiento ponderado de cualquier indicio o evidencia objeto de una investigación e incumplir estos parámetros jurídicos conlleva responsabilidad de la autoridad que los incumpla. Quedan las interrogantes.
1-¿Por qué durante las incautación de este armamento no andaba un fiscal?
2 – ¿Por qué no remitieron las armas al Ministerio Público?
4- ¿Por qué no se enviaron estas armas a los laboratorios balístico para identificar si estas armas fueron utilizadas en la comisión de un delito
3- ¿Por qué no investigaron la procedencia de estas armas? Ya que a simple vista hay armas municiones y granadas de uso militar, las cuales debieron ser cotejadas con el inventario de las Fuerzas Armadas u órganos de seguridad del Estado.
4- ¿Por qué y quién ordenó las destrucción de las mismas sin el tratamiento técnico balístico correspondiente?
A todas luces, las ancias de poder están arrastrando a quienes integran esta institución a cometer sendas aberraciones demostrando que poco o nada saben sobre Seguridad Ciudadana, tratamiento de conductas delictivas y tratamiento de indicios.
El sabor que nos queda con esta mala acción es que los militares están procediendo al estilo de la década de los ochenta y porqué no decirlo, al estilo de los Centuriones Romanos quienes aplicaban el principio EL ESTADO SOY YO. Esto es preocupante. Las autoridades civiles y el gobierno como tal deben evaluar esta situación, tomar medidas y poner un alto a este tipo de acciones.
No queremos como ciudadanos volver al métodos arcaicos o inquisitivos donde los militares hagan lo que se les dé la gana con el pueblo. ¡Queremos vivir en un verdadero Estado de Derecho!