Por: Rossel Montes
Marx es el teórico y pensador de la revolución, de la denuncia, del cambio social, del análisis más acabado del modo de producción capitalista. El año pasado se cumplieron 200 años de la muerte de Marx y cientos de escritos hicieron eco de ello. Aún se reivindica a Marx, se sigue escribiendo mucho artículos y libros sobre él, y es uno de los autores, más importantes en la actualidad.
Mucho se cita a Marx para explicar los fenómenos actuales en las sociedad de masas, ¿pero qué tan actual son los postulados de Marx para entender la sociedad contemporánea? ¿Es acaso el marxismo una teoría que va más allá de la temporalidad y el espacio histórico? A la vez parece que algunos teóricos o militantes hacen uso de las categorías de Marx como si estas fueran extra-temporales.
La crítica demoledora de Castoriadis hecha en su “Institución imaginaria de la sociedad” es una de las críticas más oportunas, muy superior a la hecha por Popper mucho antes, la crítica de Castoriadis es importante porque es hecha por alguien que venía del marxismo y conocía su postulados ontológicos y sociológicos, y los límites y alcances del marxismo. La crítica de Castoriadis se centra en tres ejes: la filosofía de la historia, ontológica, el determinismo, metodología y la teoría económica de Marx como teoría cerrada. El post-marxismo de Chantal Mouffe Y Laclau fundamentado en “Hegemonía y estrategia socialista” de 1985,(Mouffe, 1985) pregona la crítica al esencialismo de la categoría marxista de clase obrera y su centralidad como sujeto de cambio, para Mouffe los nuevos movimientos sociales del capitalismo tardío anulan la posibilidad única de la clase obrera y esa centralidad y supremacía ontológica que el marxismo clásico le había otorgado y que muchos marxistas siguen repitiendo, sobre todos por los trotskistas que son muy apegados a cierta ortodoxia metodológica; buscando a la clase obrera en procesos de cambio que no tiene una importancia como otros sectores, jóvenes, movimientos ambientalistas y otros, tal como lo menciona el escritor y analista Erick Tejada: «Mantienen una concepción romántica y anacrónica de clase obrera».
Aún se reivindica a Marx, se sigue escribiendo mucho artículos y libros sobre él, y es uno de los autores, más importantes en la actualidad.
Mucho se cita a Marx para explicar los fenómenos actuales en las sociedad de masas, ¿pero qué tan actual son los postulados de Marx para entender la sociedad contemporánea? ¿Es acaso el marxismo una teoría que va más allá de la temporalidad y el espacio histórico? A la vez parece que algunos teóricos o militantes hacen uso de las categorías de Marx como si estas fuera extra-temporales.
La ontología de Marx fue un tema que pasó a ser estudiado desde las obras de Lukács “La ontología del ser social” (LUKÁCS, 2012 y 2013) y Prolegómenos para una ontología del ser social” (LUKÁCS, 2010. Lukács desde su obra “Historia y conciencia de clase” había hecho un intento de volver a las raíces hegelianas de la obra marxiana, con otros pensadores como Karl Korsch y Gramsci según Perry Anderson fueron los creadores del “Marxismo occidental” , llamado así por su contraparte Soviética. La preocupación mayor de Lukács a mi parecer fue desarrollar una teoría del ser en Marx, ya que una teoría del ser había tenido muy recepción en la filosofía de esa época, filosofías “irracionalistas” como él las llamaba; la ontología fundamental de Heidegger se había tornado muy importante, tanto así que había llegado a influenciar a autores marxistas como lo fue el caso temprano de Marcuse que hizo su tesis doctoral bajo la tutela de Heidegger “ Ontología de Hegel” y quiso unir la ontología fundamental con el materialismo histórico para después hacer un distanciamiento respecto de Heidegger. Es importante hacer ver y recordar que Lukács fue un filósofo de los más importantes del siglo XX, que giró hacia el estalinismo y eso impidió que el autor hiciera una recepción menos dogmatica de la obra de Marx, tal como lo dejó claro su discípula Agnes Heller. Lukács atacó toda la filosofía que no fuese marxista y tildó al existencialismo como de filosofías “irracionalistas” y burguesas, propias de una generación decadente y que no tenía nada nuevo que decir. La importancia que Lukács le da a la creación de una ontología el ser social en Marx es para contrarrestar la importancia que la ontología fundamental de Heidegger estaba teniendo en la filosofía occidental, al mismo tiempo que la fenomenología de Husserl la cual fue atacada por Adorno.
La ontología de Marx es impensable sin su concepción de su teoría social, que abarca estudios sociológicos sobre las clases sociales, sus estudios económicos de valor-trabajo, su teoría de la plusvalía que es el eje central de su teoría. En Marx su ontología no tendría el ser de Heidegger y la ontología tradicional, no es cualquier tipo de ser, es el ser social. Marx sería el primer pensador en crear una ontología del ser social sin ser totalmente consciente de ello. La teoría de Marx se sustenta en tres pilares, su teoría del Valor-trabajo, la dialéctica materialista y su teoría de la revolución, y sobre esto existe un buen estudio de Michael Lowy la teoría de la revolución en el joven Marx, un libro ya clásico para los interesados en el tema.
Como toda ontología es una teoría de la realidad como en Heidegger el ser como fundamento último, en Ortega es la vida como realidad radical, en Zubiri la realidad como teoría sentiente, en Castoriadis el magma de significaciones y en Dussel la ética como filosofía primera y del oprimido, del pobre, en Marx la teoría del ser es el ser social.
El ser social en Marx es el hombre concreto, tanto individuo como sociedad están en una totalidad concreta rica en múltiples determinaciones. Tanto en Heidegger el ser es el ente que piensa la realidad, en Marx el ente social es la culminación de una red de determinaciones que crean al individuo, con esto Marx estaba creando las bases para una teoría del ser y una teoría sociológica de la sociedad tan como lo hizo Émile Durkheim mas tarde. En términos sartreanos la ontología fenomenológica de la facticidad de Marx seria el hombre enajenado en sus propias creaciones, en ese sentido- el ser de Marx se sustenta de la teoría del Valor-trabajo para extraer los análisis de la sociedad explotadora su teoría de la plusvalía, que es tan atacada en la actualidad, Marx se encuentra con un individuo que deja que el mundo de las cosas lo dominen. El hombre, es un ser onto-creador, es un entre que es demiurgo de su propia realidad social, pero que es preso de esa misma realidad que crea, un tipo de enajenación muy similar a la enajenación religiosa según Marx, en eso coincide con la crítica de Feuerbach al cristianismo.Esta enajenación solo es posible superarla si el individuo es capaz de revolucionar y reformar su estado de enejenación y alienación que está radicalmente conectado en como se produce y reproduce la vid material de la sociedad.
Como la ontología y la teoría del ser de Marx no salen de la nada, prácticamente es una reelaboración de la teoría del ser de Hegel. El ser en sí y el ser para si serán los pilares fundamentales que usará Lukács en su magna obra. La alienación del ser en sí- produce el ser social atomizado, que produce cosas que ulteriormente lo dominarán, el fetichismo de las mercancías será ese fenómeno con el cual se encuentra en su análisis del capitalismo decimonónico. El ser para si fenomenológicamente está arrojado a la realidad social, no puede devenir en ente social en su totalidad si no es reproduciendo esa dinámica que el capitalismo ha impuesto, solamente atravesando la alienación a través del ser para si totalmente consciente de su puesto en el todo social el ser en si puede llevar la historia a otro estadio de evolución social.
A través del trabajo y la transformación del mundo social el hombre se realiza y se convierte en un daseín, o aun mas, un ser-ahí que no solo entiende el mundo, o su conciencia mitsein con otros sino como bien argumentó Kostas Axelos: el hombre es un daseín onto-creador de otra realidad alterna a la naturaleza, creando otro mundo; en ese sentido el hombre para Marx también es un ser que rompe con la realidad, es una abertura simbólica de la realidad, pero no solo por su existencia e historicidad sino, por su capacidad de transformar la realidad a través de su oposición al sistema imperante. La rebeldía ontológica del hombre para oponerse a cualquier descarrilamiento del sistema lo vuelve en un ser para sí, consciente de su lugar en el cosmos social. Como la sociedad y el mismo capitalismo son como el universo que se expanden y superan sus propias crisis periódicas, así el ser para si se expande a través de la posibilidad de la rebeldía y la revolución.
La posibilidad en Marx de la revolución no es una abstracción, sino una posibilidad real que se sustenta en el mismo capital. La revolución es una concreción ineluctable cuando este lleva al sistema a niveles de insostenibilidad insoportables, y es cuando el ser para en sí, debe devenir en ser para sí, el Ser de la totalidad concreta en Marx aprehende la historia y la canaliza a su favor.
La ontología del ser social no goza de tanta amplitud como la ontología fundamental de Heidegger, ya que son pocos los autores que han hecho análisis comparativos de ambos autores, a pesar de que ambos autores han influido a muchos pensadores de izquierda, hay que recordar el trabajo del filósofo greco-francés Kostas Axelos “Hacia un pensar futuro” y los trabajos de Lukács, este último haciendo a un lado de forma olímpica y dogmatica a Heidegger sobre el cual pensaba era un filosofo “irracionalista” tal como lo dejo plasmada en su libro “ El Asalto a la razón” .
Este es un pequeño artículo que se convertirá en parte de un libro que próximamente iniciaré, donde explicaré este tema de forma más explícita y detallada. Es de hacer notar que Marx es un autor aun muy importante pero que su teoría debe ser explicada y aplicada de forma no dogmática, no como estas de cocina, listas para todo tipo de sociedad y época histórica. En este sentido los avances del post-marxismo aunque los marxistas lo odien- me parecen oportunos y muy útiles para comprender los nuevos movimientos sociales. El caso de Honduras no es la excepción donde no existe un movimiento obrero combativo y unificado, pero algunos siguen hablando de clase obrera cuando son otros sectores son los que de forma espontánea pelean y luchan por sus derechos fundamentales.
Bibliografía
Laclau, Ernesto – Mouffe, Chantal, Hegemonía y estrategia socialista, Hacia una radicalización de la democracia, Madrid, Siglo XXI, 1987.
Pescador, Augusto, Ontología, Buenos Aires, Losada, 1960.
Lukács, György. Marx, Ontología del ser social, Akal, 2007.
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Analizando todo el contexto teorico a la vez comparando sobre nuestra situacion,pensando siempre en el positivismo de encontrar el balsamo para la salvacion de Honduras.