Por Galel Cárdenas*
El Partido LIBRE y sus dirigentes en el decurso de su nacimiento y desarrollo han ido conquistando simpatías, amistades, militancias, a la vez que ha sido víctima de enemigos declarados, enmascarados, subterráneos, etc.
En medio del avance de esta estructura partidaria nacida en las calles y crecida también en ellas, en diez años se ha convertido en el primer Partido político de izquierda que el pueblo hondureño ha acogido con gran entusiasmo, misma preferencia que vuelca casi siempre en las urnas de las elecciones generales.
Nacido en el seno de la dictadura que por una década ha sustentado el sistema político neoliberal hondureño, ha entregado vidas humanas que han sido sacrificadas como una ofrenda de convicciones inalterables sustentadas por la idea de un proceso de liberación que habrá de concluir en la instalación de la Asamblea Constitucional, redactar una nueva constitución y refundar el país, todo ello como una utopía que se cultiva sordamente en medio de una tiranía feroz, inhumana y represiva a más no poder.
En el tramado histórico de un país gobernado desde el tiempo de la colonia por los conservadores primigenios que derivaron en anticomunismo contemporáneo hasta llegar al fascismo del siglo XXI, el Partido LIBRE ha sido combatido por la cárcel, el asesinato, la persecución y hasta el exilio.
El Partido Libertad y Refundación es el centro neurálgico, el dolor de cabeza, el estorbo político, el valladar ideológico de una clase fáctico mediática sostenida por unas fuerzas armadas educadas y formadas por la ideología del fascismo dictatorial, neoliberal y esencialmente sádica, si utilizamos la psicología para determinar tanta agresión y enfermizo odio que ha dejado de ser controversia de clase dominante para convertirse en una compulsión criminal en contra de su estatura moral, política e ideológica.
El Partido LIBRE desde su nacimiento, propulsado por el Frente Nacional de Resistencia Popular, que fundó en Honduras la nueva corriente de lucha de masas, tomó las riendas de la vanguardia política en un país que ha sido usado como catapulta imperial contra las fuerzas independentistas del siglo XXI, a través de un nuevo modelo de configuración social y económica como es el socialismo llevado a la práctica por Fidel Castro y Hugo Chávez.
En la batahola de las tres luchas sociales que la teoría materialista propone (política, ideológica y económica), LIBRE ha debido luchar contra el soborno, el oportunismo, la traición, el ataque militar, eclesiástico, imperial, en fin, contra todos las acometidas criminales disimuladas o directas que la dictadura del sistema neoliberal fascista ha promovido en contra de la existencia militante de este partido que ha demostrado ser muy aceptado por el pueblo y sus preferencias de colores, sabores y utopías.
Basado en su método de la no violencia, la interpretación continua del contexto político, LIBRE ha ido avanzando poco a poco, en una lucha que no tiene siquiera comparación con otras habidas históricamente, pues la búsqueda de la justicia, la equidad y la soberanía han sido los nortes de su actuación permanente.
En el centro del huracán de esas tres luchas, la económica, la política y la ideológica han ido avanzando, con algunos errores y muchos aciertos, ha buscado alianzas, coaliciones, asociaciones con el fin de derrotar la dictadura sistémica imperial y local.
En ese torbellino que significa la situación política nacional, de naturaleza cada vez más densa y viscosa, LIBRE ha buscado ir proponiendo las más claras luchas de enfrentamiento de las tres naturalezas que se han descrito en líneas anteriores.
Algunos fetichistas políticos, resentidos contra la dirigencia del Coordinador Manuel Zelaya Rosales, líder de esta enseña partidaria, y sobre todo, los delincuentes que se han entronizado en el poder público, han combatido sus propuestas, sus acciones, sus visiones generales, arremetiendo con las más diversas formas de enfrentamiento y persecución y hasta con una disidencia bastante prudencial.
Las calumnias, la hipocresía, las falsedades, los embustes, la engañifa, los disfraces y las simulaciones centralizadas en los medios de difusión al servicio de la dictadura y del imperio norteamericano, han dedicado al menos unas diez horas diarias en sus peroratas tanto televisivas, radiales como escritas, con el fin de derrotar, vencer, someter, subyugar el partido político más beligerante que existe en el entorno de las estructuras organizativas sociales y bi partidarias, mientras este avanza en cada momento histórico que le toca existir, con el objetivo de entrar a la democracia participativa como el instrumento específico de la transformación socialista del país.
Saltimbanquis, bufones, volatineros pagados por el dinero sucio manchado de sangre y cocaína son los voceros enemigos del partido LIBRE que siempre ha buscado las alianzas estratégicas correspondientes, a veces traicionadas por la entelequia del oportunismo, la cobardía y el deshonor.
La viscosidad pareciera ser el color barcino que asumen los enemigos políticos, ideológicos y económicos del Partido Libertad y Refundación.
Y como dice Jorge Miralda solo faltan tantos días para la insurrección del paro nacional contra la dictadura para derrocar al tirano sanguinario, omnipotente y cocainero, acción que también ha sido duramente criticada, pero como decía Mao Tsé Tung, la práctica es el criterio de la verdad.
* Escritor hondureño, tomado de su red social Facebook.