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Mujeres enfermeras sin protección en la primera línea contra COVID-19: piden auxilio

  • Enfermeras piden ser recordadas en la lucha contra el COVID-19 y demandan protección al Estado de Honduras.

Mucho se habla de las exigencias de los médicos que están en la primera línea de atención en la lucha contra el COVID-19, pero también existe en esa fila, el sector de las enfermeras y enfermeros que cumplen un rol igual o a veces más cansado que el de los médicos.

Las licenciadas y licenciados en enfermería que laboran en diferentes programas que dan cobertura al combate del COVID-19, exigieron al Gobierno de Honduras,  por medio de un comunicado, “de manera URGENTE el equipo personal según mandan los lineamientos de bioseguridad según el nivel de exposición”.

“No es posible que a los pacientes los tengan esperando el resultado de una prueba hasta tres o cuatro días, mientras a las autoridades se las hacen en un mismo día”, reprochó Ruth Alvarado, una enfermera de la capital.

La enfermera contó al equipo de Reporteros de Investigación que el problema del desabastecimiento se está dando en la zona norte del país, “da pesar, da coraje e indignación de saber de qué, ellas están dando la cara, de que son ellas las que están más expuestas”.

La zona norte de Honduras es donde se registra la mayor cantidad de casos positivos de COVID-19, con más de 170 de los 222 hasta el 2 de abril.

Señaló, la actual situación no se debe ver cómo una exigencia médica, sino “verse como un equipo multidisciplinario de trabajo y creo que se nos está quitando está quitando a nosotros de la Mesa Técnica, donde se supone que hay un montón de Colegios. Yo estoy de acuerdo en que sea el Colegio Médico, pero también está el Economistas, el de Abogados, el Ingenieros,  y en ningún momento dice ahí el Colegio de Profesionales de Enfermería de Honduras”.

Al mismo tiempo, lamentó que el ministro comisionado de COPECO, Gabriel Rubí haga declaraciones en las que manifieste que “se reutilizaran mascarillas”, “eso es inhumano, la mascarilla normal de material quirúrgico, solo tiene una duración de dos horas. La N95 tiene una duración máxima de 8 horas y una vez que esa mascarilla se utiliza, pierde su efecto de protección.”

“Si esa mascarilla llega a entrar en contacto con un paciente positivo, nos vamos a enfermar. Si no están cuidando de este personal que estamos dando nuestra vida por nuestro prójimo, nuestro paciente que bien puede ser una madre, una abuela, un hijo, un tío, una esposa, un esposo, pero imagínense, ¿quién les va a cuidar después cuando no estemos nosotros?”, se preguntó la enfermera.

El comunicado también solicita a representantes de Derechos Humanos que se realicen supervisiones de manera URGENTE, “en todos los niveles asistenciales, hospitales públicos, privados, semi privados (IHSS), centros de salud, regiones y clínicas privadas”.

Además solicitaron a las autoridades de Salud que se les brinden capacitaciones continuas sobre el COVID-19, para entender mejor contra lo que están luchando y concluyeron denunciando el “paupérrimo salario que reciben las y los enfermeros profesionales por lo que exhortamos a las autoridades competentes a dar respuesta a esta problemática.”

Según la licenciada en Enfermería, Ruth Alvarado, aunque es importante el cumplimiento del salario, el punto más importante con el que ellas quisieran ser escuchadas es con el cumplimiento de la entrega del equipo de protección, especialmente en la zona norte del país.

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