premio mundial de prensa
Jineth Bedoya
Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. A Jineth Bedoya, con una sonrisa grandota y pupilas radiantes, el periodismo le devolvió la vida que le rasgaron sus secuestradores.
La secuestraron, torturaron y violaron para callarla y hoy, pese a eso y, quizás, gracias a eso, su voz, en ese cuerpo de 1.53 de estatura, se oye de manera descomunal en todo el mundo: “El periodismo me devolvió la vida”. “La estigmatización es otra forma de matarlos”, dice Bedoya en referencia al oficio de periodistas.
Cada vez que habla, va construyendo imágenes que tocan vibras para entender su lucha y su fuerza interior.
Ese día, cuando salió del hospital y volvió a la oficina de El Espectador, para Bedoya fue muy difícil, ella cree que también lo fue para sus compañeros.
“Casi no podía caminar, pero era mi decisión volver. Lo que recuerdo era una interminable fila de gente que trabajaba en el Espectador, haciendo una fila para abrazarme. Fue un llanto silencioso en la redacción, fue muy triste, pero también muy alegre porque estaba viva. Fue como una inyección de adrenalina, ese día me devolvió la vida, han sido muchos años para reconstruir a la Jineth mujer porque la Jineth periodista nunca se fe”.
“Después de mi secuestro el director de El Espectador, era Carlos Lleras de las Fuente, me dijo que mi exilio en Alemania estaba listo y que habían coordinado todo para que saliera con mi madre. Le dije que lo que necesitaba era poder volver a la redacción y sentir que no me habían matado. Eso ocurrió casi hace 20 años. Y eso me devolvió la vida, volver a sentir la redacción, volver a sentir el ruido de esa máquina gigante que imprime el periódico. Luego cuando volví a caer en depresión, la fuerza la encontré en el corazón de mi madre y en las mujeres que habían sido víctima de violencia sexual, por ellas estoy aquí”.
No era la primera vez que El Espectador sufría por su trabajo de buscar la verdad, por develar la narcopolítica en Colombia, eran sobrevivientes de un atentado con bomba y traían desde el 17 de diciembre de 1986 un duelo, sin justicia, por el asesinato de su director Guillermo Cano, el periodista que se atrevió a revelar los nexos del Senador Pablo Escobar con el narcotráfico.
Su periódico la apoya
Ahora Bedoya trabaja en diario Tiempo y dijo sentirse muy afortunada porque el periódico respeta su trabajo y la acompaña en su lucha por buscar justicia. “Ha sido un trabajo muy solitario apoyado por organizaciones como la FLIP”.
Bedoya dio una videoconferencia para 29 periodistas de todo el mundo, conectados por medio de la tecnología para vencer las barreras de comunicación impuestas por la pandemia del Covid-19. En la conferencia de prensa estuvo también, María José Cano, nieta del periodista Cano. Ella dijo que el juicio por el asesinato de su abuelo no pudo llegar a la CorteIDH por un error del sistema interamericano y que hay que reconocer el empuje que le ha dado Jineth Bedoya para que su caso no quede en la impunidad.
“Quienes comunican son el desarrollo fundamental en el desarrollo de los pueblos”. “Esta es la motivación más importante en estos 20 años de lucha. Es uno de los premios más importantes del periodismo a nivel global; este premio trae consigo impulsar las voces de otras mujeres periodistas, más que un reconocimiento es una responsabilidad de impulsar las voces de otras mujeres que también comunican”, expresó Bedoya.
La prensa en Centro América
“Centro América tiene mucha similitud con lo que hemos tenido que vivir en Colombia, quienes se han atrevido a exponer públicamente lo que hay detrás de estas organizaciones criminales, se han expuestos a que los asesinen, los amenacen que los estigmaticen porque es otra forma de matar a los periodistas, no queremos que Centro América México pase lo que hemos pasado, el aliento que le podemos dar a todos los colegas hondureños y a quien comunica en el resto de Centro América y México es que no declinen en esa intención».
«Nuestras voces cuando están unidas son mucho más fuertes que el poder corruptor de los criminales».
En Centro América, “los gobiernos locales en medio de esta conexión con el narcotráfico los están matando (a los periodistas) y ahí está nuestra responsabilidad es el momento de unir esfuerzos y fuerzas es el momento de respaldar a los periodistas, tenemos que sumar esfuerzos para sacar adelante a los periodistas que están sacando a luz la corrupción y eso propongo a la Unesco y es la responsabilidad que asumo, una voz la pueden silenciar, pero muchas voces les va a quedar difícil, hay muchos periodistas que trabajan por pocos recursos porque son independientes, a ellos necesitamos darles ese impulso que ellos sientan que estamos ahí respaldando esa denuncia que hacen”.
Es importante el rol de la prensa en la pandemia del Covid 19 y con la consecuente hambre que dejará esta enfermedad porque en “el hambre es cuando los criminales más se aprovechan de las circunstancias”.
<h5>Premio Mundial Guillermo Cano</h5>
El <a href="https://en.unesco.org/prizes/guillermo-cano/jury">Jurado de la Unesco</a> del Premio Mundial de Prensa Guillermo Cano escogió a la periodista colombiana como triunfadora por su lucha de varios años para obtener justicia para la prensa, su caso ha llegado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
“Al adjudicar el Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO-Guillermo Cano a Jineth Bedoya Lima, el jurado reconoce y apoya su excepcional coraje y su incansable compromiso para revelar temas de fundamental importancia para la sociedad”, declaró la Sra. Giselle Khoury, Presidenta del jurado. “El jurado quiso sumarse a la enérgica denuncia de la Sra. Bedoya Lima contra la creciente violencia que padecen las mujeres periodistas en América Latina y en otras muchas partes del mundo y a sus esfuerzos por invertir esta alarmante tendencia mundial”, dice el sitio web de la Unesco. Este galardón se otorga cada 3 de mayo para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa y elevar la voz de las y los periodistas que buscan la verdad pese a las condiciones de alto riesgo.
Corte IDH
El 16 de julio de 2019, en la REF.: Caso Nº 12.954, la CIDH cita que la “Comisión determinó que el 25 de mayo de 2000, la periodista Jineth Bedoya fue secuestrada frente a un establecimiento carcelario estatal y retenida por varias horas de ese día, mientras cumplía su labor periodística en el marco de una investigación con motivo del enfrentamiento entre paramilitares y miembros de grupos de delincuencia común al interior de la Cárcel Nacional Modelo que terminó con la muerte de 27 detenidos. La investigación incluía el rol que habrían tenido los paramilitares en la masacre y la actuación de la fuerza pública. La Comisión determinó que Jineth Bedoya Lima estuvo en situación de privación de libertad en contra de su voluntad y que fue víctima de actos de violencia, lo que incluyó golpes, amenazas, insultos, y formas de violencia y violación sexual, todo con un impacto profundo e irreversible en su vida”.
<p>“Ha valido la pena no silenciar los teclados, ha valido la pena ser estigmatizados...esa es la verdadera esencia del periodismo. </p>
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Jineth Bedoya
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