Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Casi todos los asesinatos de periodistas siguen sin castigo. Según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), el 94 por ciento de los crímenes está en la impunidad.
Debido al vacío de justicia en los asesinatos de comunicadores se entretejen toda clase de tramas alrededor de estos casos y se niega el Derecho a la Verdad.
El presidente del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), Dagoberto Rodríguez cree que hay responsabilidad es del Estado porque no comunica a la ciudadanía los motivos de los crímenes.
“Hemos obtenido información no oficial de que algunos periodistas fueron asesinados porque de repente estaban queriendo extorsionar a alguien o crearon un vínculo con personas relacionadas con el crimen organizado. Esa es una información que nos ha llegado de forma extraoficial de algunos casos que se presentaron particularmente en el norte del país”, añade Rodríguez. Esto evidencia el discurso público de estigmatización que tiene el Estado como un blindaje para evitar llegar al fondo y revelar la verdadera razón por la que han asesinado a 80 periodistas en Honduras.
Los representantes de la prensa nacional se han reunido en varias ocasiones con autoridades de la Secretaría de Seguridad. “Nos dieron alguna información”, relata Rodríguez, “nos comentaron de algunos casos, como unos periodistas asesinados en Olancho, que tuvo supuestamente que ver con un crimen pasional”.
Si bien organizaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el CPH, la Asociación de Prensa Hondureña (APH), Reporteros Sin Fronteras, UNESCO, CIDH y Federación Internacional de Periodistas se solidarizan con las familias de los comunicadores ultimados, los dolientes esperan con todo derecho que la compensación por su pérdida vaya más allá.
Los parientes de las víctimas esperan, casi siempre inútilmente, que los operadores hondureños de justicia se dediquen a hacer su trabajo e investiguen las muertes. Sin embargo, la espera parece no tener fin.
Los responsables de las muertes violentas de periodistas, personas LGBTI, abogados, defensores de derechos humanos tienen en común el hecho de que siguen sin recibir castigo en Honduras, que se encuentra entre los siete países con los peores índices de impunidad.
“La impunidad es un fenómeno multidimensional y pluricausal, y en Honduras, sin mayores esfuerzos, resultan visibles las dificultades para disminuirlo como la insuficiente calidad y calidad de policías, principalmente en materia de investigación, ya que la inmensa mayoría de los casos ni siquiera son investigados y es una irrisoria cantidad la que llega a judicializarse”, según el Índice Global de Impunidad de 2015.
“La Fiscalía Especial de Protección de Periodistas y Comunicadores Sociales nos manifestó que no tenía capacidad de investigar”, lamenta el presidente de la APH, Carlos Ortiz
“Esto genera impunidad. Nos preocupa que continúe el asesinato de periodistas. El Estado debe hacer investigación científica y tener voluntad política sobre la investigación de asesinatos”.
Haga clic en cada círculo para ver la cantidad de víctimas asesinadas:
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