Por Carlos Méndez 

Poema

Gritando en la soledad del mar

hilvané

un pensamiento y admiré verte

en la profundidad

de los ojos indios del poeta.

Y vi la fortaleza

de tu bandera

el símbolo de tu flor,

la verticalidad de tus pinos y robles;

tu escudo

con los cuernos de la

abundancia

cayendo sobre nuestros estómagos sin fin,

en las minas

saciando nuestra metálica brillantez

y yo acurrucado

al pie del óvalo

extasiado

con tus palabras gigantes. Esas que dicen HONDURAS, LIBRE SOBERANA E INDEPENDIENTE 

y veo el arco iris 

y la aljaba de flechas 

honrando la dignidad de tu soberanía.

Refrescando mis pies

En tu mar de caracoles,

de almejas

y pájaros desconocidos, me dan las tres 

de la madrugada

de un día cualquiera…

…y vos, convertido en periquito 

de montaña patria,

me despertás con tus chillidos  

de estrella juguetona.  

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