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Estados Unidos coordina acciones militares para América Latina desde Palmerola, Honduras

Tegucigalpa, Honduras. La «Base de Palmerola», desde donde opera una fuerza del Comando Sur de los Estados Unidos, se ha convertido en centro de coordinación de acciones militares en toda América Latina. Mientras tanto, con cuentas del Pentágono se habrían financiado cuatro nuevas bases militares en Honduras.

Desde 1983, «en Palmerola, Comayagua, funciona la Base Aérea Hondureña Coronel José Enrique Soto Cano, donde se encuentra destacada la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo del Comando Sur de los Estados Unidos», dice un el documento con registro AJMFFAA-23-017, del expediente 1129, del 16 de agosto de 2017.

El oficio sugiere avocarse a la embajada de Estados Unidos si se requiere más información sobre sus bases militares en Honduras.

La información se obtuvo luego de solicitar a las Fuerzas Armadas acceso a la información pública siguiente:

El listado de las bases militares de Estados Unidos, ubicadas en el territorio de Honduras, con el número, nombre ciudad, año de instalación.

La información pública se solicitó para conocer si el Estado invocaba la Ley de Secretos para negar esta información, sin embargo respondieron con base en la Constitución de la República y del Artículo 19 de la Declaración Universal de DD. HH.

Allanamiento Laureano
Foto: Archivo.

 

«El Pentágono ha convertido Soto Cano en su centro regional de actividades, con alcance de acción más allá que Honduras», cita el documento Diluyendo las divisiones Tendencias de los Programas Militares de EE UU para América Latina.

 

De acuerdo con este análisis, «el Pentagono ha designando a la Fuerza de Tarea Conjunta (Joint Task Force) Bravo como “la autoridad central coordinadora de las fuerzas militares de los Estados Unidos actuando en la región (de Centroamérica)”.

Agrega que «la fuerza de tarea “mantiene reservas previamente situadas para operaciones militares en una área extensa. Durante el año fiscal 2010, más de una tercera parte de los proyectos del Cuerpo Militar de Ingenieros de toda la América Latina fueron realizados en Honduras», cita esta publicación.

El documento fue realizado por el Fondo para la Educación del Grupo de Trabajo sobre América Latina (LAWGEF), del Centro para la Política Internacional (CIP) y de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

Según su sitio oficial, el personal de la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo «…lleva a cabo una variedad de misiones en Centro y Sur América que van desde apoyar las operaciones del Gobierno de los Estados Unidos para contrarrestar el crimen organizado transnacional, a la asistencia humanitaria, apoyo en desastres naturales y el desarrollo de las capacidades de apoyo», dice el sitio oficial.

La FTB está compuesta por más de 500 militares estadounidenses y 500 civiles hondureños y estadounidenses.

Opera con el 612 Escuadrón Aéreo (612th Air Base Squadron), El Batallón de Fuerzas del Ejército (Army Forces Battalion), el 1er Batallón, 228 Regimiento de Aviación (1st Batalion, 228th Aviation Regiment), las Fuerzas de Seguridad Conjuntas (JSF), el Elemento Médico (MEDEL), Actividad de Apoyo del Ejército (Army Support Activity) es un Comando de Administración de Instalación expedicionario.

La información es reafirmada por un tercer análisis, titulado Honduras y el Complejo Militar de los EEUU, Producido por la Fellowship of Reconciliation, en septiembre de 2011:

«Honduras se convierte cada vez más en el centro de operaciones militares de los Estados Unidos en Centroamérica. Se centran en la base aérea de Soto Cano (conocida en sus alrededores como Palmerola), la cual, desde 2009, ha recibido una infusión de hasta 45 millones de dólares en fondos para la construcción Honduras y el Complejo Militar de los EEUU».

Las cuentas del pentágono…
«Las cuentas antidrogas del Pentágono han cubierto la construcción de bases militares en Guanaja, Mocorón, El Aguacate y Puerto Castilla. Durante la segunda mitad del 2012, las Fuerzas Especiales Navales de los EE.UU. ayudaron a la Marina Hondureña a crear su primera unidad de fuerzas especiales, un cuerpo conformado por 45 efectivos conocido como las Fuerzas Especiales Navales, o FEN46», cita el documento de Tendencias en Asistencia de Seguridad de los EE.UU. hacia América Latina y el Caribe.

Fue publicado en septiembre de 2013 por el Centro para Políticas Internacionales (CIP), Grupo de Trabajo para Asuntos Latinoamericanos (LAWGEF), y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

Ese mismo año, tres antes de su asesinato, la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Berta Cáceres, declaró que el gobierno ocultaba los planes de Estados Unidos para establecer en este país de Centro América la base militar más grande de toda Latinoamérica, según informó la televisora RT Actualidad. 

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Ex presidente Lobo Sosa llegando a una actividad del proyecto CARSI, en 2012 ,en Tegucigalpa.

“De parte del gobierno aquí no hay nada, absolutamente nada de esto”, dijo el entonces presidente Porfirio Lobo Sosa.

 

La base no se instaló sin embargo, sólo dos años antes en 2011 hay «un dato muy llamativo para Honduras: la transferencia de US$ 1,388 millones ese año para “Equipos Electrónicos de Uso Militar”, una categoría que incluye radares, equipos electrónicos para combate, radios, equipos electrónicos para vigilancia, y artículos similares. Este monto empequeñece a cualquier otra transferencia de los EE.UU. hacia América Latina, y equivale a un tercio del PBI anual de Honduras, pero no hemos podido determinar qué se ha financiado con ese dinero», dice el mismo informe.

Además revela que las demás tropas policiales y militares estadounidenses que operan en Honduras son JIATF-S; Fuerzas Navales Sur (también conocidas como la 4ta 2 Flota), y las Fuerzas de la Marina Sur. Las agencias dependientes del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos incluyen la Guardia Costera y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. (CBP). La Dirección de Fiscalización de Drogas (DEA) del Departamento de Justicia cumple una función en el terreno. La Oficina de Asuntos Internacionales sobre Estupefacientes y Fiscalización (INL) del Departamento de Estado, apoya a las fuerzas de seguridad en América Central a través de su Iniciativa para la Seguridad Regional Centroamericana (CARSI).

Además, «Los FAST han sido destacados al menos en 15 oportunidades en América Latina, y han estado presentes en cinco países: Haití, Honduras, República Dominicana, Guatemala y Belice34. El programa de las Unidades de Investigación Confidencial (SIU) de la DEA también ha estado incrementando su alcance en la región. El Congreso continúa invocando una expansión del programa SIU, especialmente en América Central y el Caribe».

1983
La Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo se estableció. Antes de ser designada la FTC-B en 1984, fue conocida como FTC-11 y FTC-Alpha.

1984
Se estableció finalmente como FTC-Bravo subordinada al Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM).

 

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