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Iglesia católica de Honduras ha ocultado y refugiado a sacerdotes de América Latina acusados por abusos sexuales

Tegucigalpa, Honduras (Reporteros de Investigación). Los medios masivos nacionales revelan los escándalos sexuales de la iglesia católica ocurridos en Alemania, Reino Unido, Irlanda, México, Bélgica, Suiza, Costa Rica, Nicaragua, Chile, Argentina y Estados Unidos, pero callan respecto a la iglesia hondureña.

En la mayoría de países hay condenas y el Vaticano, desde su sede en Roma, Italia, ha pedido perdón por el terror.

En cambio en Honduras, el tema es tabú.

El periódico The Dallas Morning News señaló en 2004, al cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez de proteger a un sacerdote costarricense acusado de abuso sexual, refugiado en el país. En esa ocasión, The Dallas Morning News atribuyó a Rodríguez la siguiente declaración: “para mí sería una tragedia reducir el papel de pastor o un policía, somos totalmente diferentes. No podemos olvidar que somos pastores, no agentes del FBI y la CIA”.

El argumento del cardenal hondureño fue que la iglesia era víctima de una campaña.

El caso más reciente de escándalos sexuales que revelaron una conducta sexual inapropiada del arzobispo Juan José Pineda, segundo al mando después del cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, que se mantuvo en silencio, no es aislado ni único.

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Una viuda cuyo esposo trabajó con el jerarca católico ha denunciado al cardenal hondureño como responsable de un supuesto ilícito financiero que le generó pérdidas en su patrimonio familia.

Encubrimiento

El siguiente trabajo demuestra que Honduras ha sido un refugio para sacerdotes acusados de abuso sexual en todo el continente.

La respuesta de la iglesia católica de Honduras ante el abuso sexual, develado en el mundo desde 2000, ha sido la negación, el ocultamiento de la información, el silencio, el olvido, la remoción de los sacerdotes, la suspensión o el ataque a los medios que denuncian la realidad.

Honduras destino de “paz y reflexión espiritual”

En marzo de 2011, la revista Nos de Chile, reveló que en 2002: José Andrés Aguirre, el “padre Tato”, fue detenido por la policía internacional en el aeropuerto de Santiago. Lo reubicaron en Honduras. Fue el primer sacerdote chileno condenado por abusos sexuales. Había sido enviado a Honduras para reflexión espiritual.

Los periódicos de Chile indican que fue condenado en enero de 2003 por la Corte Suprema a 12 años de cárcel por diez delitos de abusos sexuales contra menores y uno de estupro.

“Sus víctimas eran niñas de la diócesis de Quilicura, donde llegó Aguirre Ovalle después de retornar de Honduras”. Estuvo en Honduras a finales de los 90. La iglesia no ha informado dónde estuvo asignado.

En 2013, la prensa chilena informó del fallecimiento de alias Tato.

Ocho años antes del caso de Alias Tato, en agosto de 2010, la prensa internacional informó de la condena contra el sacerdote hondureño Manuel Serrano por abuso contra la empleada de la casa cural. Supuestamente abuso de ella, en 2008, cuando dirigía la parroquia de San Antonio de Escazú, un barrio del oeste de San José, la capital de Costa Rica.

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En 2007 estalló un nuevo escándalo por la detención del sacerdote costarricense, Enrique Vásquez, que oficiaba misas en Güinope. Este sacerdote estuvo también en Estados Unidos, según la publicación de The Dallas Morning News.

En 2002, el Ministerio Público inició investigaciones del sacerdote Clementino Núñez por supuesto abuso sexual en contra de un adolescente de 17 años, en el municipio de La Esperanza, departamento de Intibucá, una de las 18 provincias de Honduras. El entonces obispo Luis Santos, superior de Núñez, optó por la negación ante la prensa y calificó la denuncia de incoherente.

A inicios de la década anterior la coordinadora de Visitación Padilla, Gladis Lanza, ya fallecida, denunció a un sacerdote de Marcala, La Paz por haber embarazado a un joven de ese lugar. “Ahora ella es una mujer casada y no hemos sabido más del tema”, denunciaba Lanza.

Otro escándalo fue descrito en el libro Dilema, escrito por el padre Alberto Cutie.

El ex cura Cutie revela una carta del ex vicario de los medios de comunicación, José de Jesús Mora, que describe un supuesto romance entre un jerarca católico, cercano al cardenal, y un joven mexicano. El torrido romance habría tenido como escenario la casa del cardenal.

Sobre este escándalo tampoco la Fiscalía ha reaccionado y la iglesia está en silencio.

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