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Incendio y dolor en el Mercado Colón

Por Cesar Fuentes

Comayagüela, Honduras | Reporteros de Investigación. «Vamos a volver a empezar», platica José Maradiaga viendo los escombros de su tienda reducida a cenizas en el mercado Colón, en Comayagúela, la capital de Honduras.

La humareda negra se miraba en la madrugada desde distintos puntos de la ciudad.

Esta mañana los comerciantes caminan entre los rescoldos negros de su mercadería. Es una tragedia perder su sustento para estos comerciantes acostumbrados a volver a empezar cada vez que los agobia una inundación o un incendio, pero sufrir en medio de una pandemia, es una catástrofe mayor.

A José le angustia que su hermana está embarazada y no quieren que se preocupe tanto por la mercadería que perdió por el incendio de esta madrugada.

A pocos pasos, Lorena Raudales, dueña de cuatro tiendas perdió cuatro locales y ahora sus empleados quedarán cancelados.

«Auxilio porque estamos en pérdida. Hemos perdido miles y miles de dinero», dice Raudales. Tiene deudas que pagar, préstamos que adquirió para comprar mercadería, hace días no trabajaba por la cuarentena de la pandemia y ahora esto. En su tono de voz hay una sensación de desconfianza con el gobierno que esta mañana ha prometido una bolsa de comida.

Su deseo es que ojalá no la den por preferencia política sino a los que la necesita.

‘Definitivamente lo que ocupamos es ayuda económica».

Los comerciantes se sienten desamparados y no es para menos ante tragedias recurrentes sin una política estatal sostenible para hacerlos crecer con seguridad.

En 1997, fue el primer incendio de grandes proporciones en el Mercado Colón, luego el huracán Mitch les volvió a llevar sus comercios, las inundaciones por el desbordamiento del Río Choluteca y la quebrada El Sapo no dejaron de afectar sus puestos hasta que la alcaldía promovió una reparación definitiva, pero en 2009 y en 2012 nuevos incendios acabarían con este mercado.

El Cuerpo de Bomberos nunca ha informado de manera transparente cuáles han sido los motivos de estos siniestros.

Como en cada tragedia, la preocupación de los comerciantes esta mañana ha sido limpiar para volver a trabajar «porque de acá vivimos y damos empleos», comentan al preguntarles; como en cada desastre de esta magnitud, la torre de la iglesia María Auxiliadora ha quedado de pie.

Crédito: Cesar Fuentes.
Crédito: Cesar Fuentes.
Crédito: Cesar Fuentes.
Crédito: Cesar Fuentes.
Crédito: Cesar Fuentes.

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