Texto: Melissa Hernández | Edición: Wendy Funes
Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de investigación. A mediados de la década de los ochenta, tenía cinco años y su rincón favorito eran los laberintos de la posta policial del Edén, construida a mitad de un cerro con calles empedradas al estilo colonial. En las paredes de esta estación quedaron impregnadas las risas infantiles de Danielito y los recuerdos de sus primeros amigos: oficiales de policía.
Allí soñaba con ser policía para proteger a otras personas. Jugaba a que patrullaba la ciudad, jugaba que cuidaba a los ciudadanos y le gustaba jugar a que reportaba novedades al comandante; corría feliz para hacer mandados que le pagaban con 10 y 20 centavos de lempira.
Fue por esos días que el noticiario Hoy Mismo le hizo un reportaje y lo mostraron como un «minipolicía». «Porque yo era como un minipolicía, como una mascota, había niños en la postas como mascotas, a mí me llevaban a los estadios, a los eventos con chinos que antes venían al país».
Ahora, Daniel Mairena tiene 40 años. Es un protector, sí; pero su sueño se ha cumplido de una manera muy distinta a la que soñó. Por más de quince años ha permanecido como un guerrero debajo de la tormenta, rescatando a otras personas con la esperanza de que escampe.
En medio de tanta muerte, Daniel Mairena renace cada instante lleno de amor por la vida; lucha todos los días por él mismo y su hazaña va más allá, de manera incansable y noble, trabaja por otras personas que también padecen de insuficiencia renal. Hoy, sueña con crear la primera fundación para ayudar a las personas con enfermedad renal y en generar todas las condiciones para prevenir este padecimiento, muy común en Honduras.
Un giro inesperado
Cuando salía de su adolescencia y aprendía bajo el lema de «servir y proteger» en la Academia Nacional de Policía (Anapo), le detectaron Insuficiencia Renal. Por eso, tuvo que dejar el sueño de su infancia. Empezó a trabajar en un taxi. Entonces, su mamá Gina Roxana Mairena Flores envió una nota al ministro de Seguridad de aquel momento, Óscar Álvarez, para solicitarle ayuda diciendo que estaba en problemas y que su hijo se había formado en la Anapo.
Daniel Mairena cuenta que entró con una enfermedad persistente, «ahora no me puedo pensionar; gracias a Dios me he mantenido con vida varios años, pero no me jubilan porque entré con una enfermedad persistente». Daniel Mairena es una historia fuera de lo común. La sala de diálisis se ha convertido en parte de su rutina para que haya vida y porque haya vida. Daniel Mairena tiene nuevos sueños: lograr un trasplante renal y seguir vivo.
El poder de la fe es evidente en que cada instante vence al mal con su existencia y es uno de esos esos héroes silenciosos que defienden los derechos de la salud en medio del peligro, dolor y de la indolencia estatal.
Desde 2013, Mairena lidera la Asociación de Pacientes Renales del Instituto Hondureño de Seguridad Social; su lucha está plagada de amenazas, persecución y hostigamiento .
Los documentos que muestra mientras conversa acreditan que la intimidación lo obligó a solicitar protección en el gubernamental Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, tiene medidas de protección y el reconocimiento a su labor —contó—por parte de organismos internacionales de Naciones Unidas y Noruega.
Los servicios de mala calidad, la falta de personal en el área de atención a pacientes renales, han sido algunas de las denuncias promovidas por Daniel Mairena a través de diversos medios que siguen sus denuncias por la credibilidad de su labor.
Reporteros de Investigación (RI): ¿Quién es Daniel Mairena?
Daniel Mairena (DM): Daniel Mairena es un hombre defensor de derechos de la salud, especialmente de los pacientes renales, padre de familia, esposo, hombre trabajador, solidario y humano.
RI: ¿De dónde viene?
DM: Originario de Tegucigalpa, crecí en el barrio La Leona y fui deportista hasta la edad de 23 años cuando enfermé.
RI: ¿Dónde estudió?
DM: Curse mis estudios en la Academia Nacional de Policía y actualmente laboro para la Secretaría de Seguridad como coordinador de Bienes Nacionales.
RI: ¿Cómo fue su inicio en la defensa de los derechos de la salud?
DM: Inicié mi tratamiento en el año 2005 en el Hospital Escuela. En el año 2006, paso al Instituto Hondureño de Seguridad Social, pero fue hasta el año 2013 que me involucro en la junta directiva hasta llegar a presidir la Asociación de Pacientes Renales del IHSS.
RI: ¿Cuáles han sido los principales desafíos a los que se ha tenido que enfrentar?
DM: Mi principal objetivo ha sido mejorar la calidad de vida del paciente renal y eso solo es posible con tratamiento de calidad y el personal adecuado, de acuerdo con el número de pacientes y ese ha sido el principal reto. Cuando llegué a la Unidad de Hemodiálisis únicamente había un médico y 16 enfermeras para un número significativo de pacientes, hoy por hoy, hemos logrado se asigne personal a esta unidad y de esta manera reducir la mortalidad.
RI: ¿Se siente satisfecho con lo que hasta hoy ha logrado?
DM: Sí, porque he dado lo mejor de mí, pero sé que a una falta mucho por hacer.
RI: ¿Cómo se visualiza dentro de diez años?
DM: Me visualizo trasplantado y ayudando a más pacientes renales a través de la creación de una fundación.
Daniel Mairena
Su labor es reconocida por la prensa nacional. Daniel Mairena tiene el apoyo de su familia.
Su derecho a defender el derecho a la salud
necesita protección estatal
RI: ¿Cuándo comienza las amenazas?
DM: Cuando comenzamos a tener presencia mediática y denunciamos las malas decisiones tomadas por la Junta Interventora del IHSS, liderada por la señora Vilma Morales, reduciendo la calidad de tratamiento a los pacientes, situación que provocó el dramático incremento de mortalidad. En un período de tres meses, fallecieron más de cuarenta pacientes.
RI: ¿Teme su vida?
DM: Claro que sí y no solo por la mía, sino también por la de mi familia.
RI: ¿En qué momento acude al CONADEH??
DM: Cuando al salir de un importante medio televisivo recibo amenazas fuertes, desafortunadamente en el CONADEH fui ignorado y tuve que iniciar gestiones con organizaciones fuera de Honduras para que puedan conocer mi caso y brindarme ese acompañamiento que tanto necesito.
RI: ¿Qué papel ha jugado el mecanismo de protección?
DM: Pues se han llevado evaluando mi caso. Hasta hoy, estoy a la espera que me notifiquen qué tipo de medidas de seguridad se me brindará.
Homenaje de diario La Tribuna: