Por: Rossel Montes
La verdad siempre ha sido un tremendo y serio problema para el pensamiento filosófico y científico, en la historia de la filosofía ha tenido un lugar predominante y siempre ha sido objeto de reflexión.
Desde la antigua filosofía presocrática ya podemos encontrar vestigios sobre el problema de la verdad, también acompañada de problemáticas diversas sobre el origen de la realidad, temática ontológica en Parmenides de Elea y Heráclito de Éfeso, y en la Antropología socrática y platónica podemos encontrar la problemática muy clara. Para platón la verdad es decir lo que las cosas son, “Verdadero—señala el filósofo— es el discurso que dice las cosas como son, falso el que las dice como no son” (Abbagnano 1978) esta postura será la predominante a lo largo de siglos, la verdad como correspondencia, sin excluir otras: La verdad como revelación, la verdad como utilidad. Como coherencia.
Tratar de aproximarnos a la cosa en si kantiana es un imperativo del hombre desde siempre, es parte de su naturaleza intelectiva, el hombre existe como animal de realidades, animal existencial y sentiente (Zubiri) la filosofía es la radicalización ontológica de esa intelección y aprehensión de la realidad por captar lo real, el poder de lo real se nos manifiesta en la medida que conocemos la realidad, en la cual nuestro yo, de suyo se realidad, la esencia del hombre se desarrolla fenomenológicamente en cuanto revela los misterios de la realidad, como praxis, lo sagrado, el mito era formas de explicar la realidad, de esa forma se pasa a la filosofía y luego a la ciencia como forma suprema de aprehender la realidad. La fenomenología de lo sagrado en el mito del hombre primitivo nos puede dar pistas de la función de la verdad en las comunidades primitivas, esta verdad según la antropología contemporánea era para poder crear un ambiente de sobrevivencia, la simbología del mito era lo que es la filosofía para nosotros en la actualidad, el mito y lo sagrado era la consumación ontológica de la verdad absoluta de las comunidades.
La filosofía contemporánea con el marxismo y el pragmatismo sin dejar de mencionar al kantismo y al existencialismo han sido las posturas filosóficas predominantes y a mi parecer las que mejor han explicado el fenómeno de la verdad. Para el pragmatismo norteamericano con Williams James, John Dewey y el neo pragmatismo con Richard Rorty, hay que mencionar que con Rorty hubo una superación pragmatista de la epistemología, la verdad no solo era la utilidad, sino la interpretación, siguiendo a filósofos como Gadamer o Paul Ricoeur. La verdad es lo que es útil, algo es verdadero porque funciona y sirve para un fin determinado, el problema son las implicaciones éticas de dicho enunciado. Aunque hay que mencionar que ya Nietzsche había argumentado en su crítica a todos lo valores que apuntaba que la verdad es lo que es útil para la preservación de la vida, como podemos ver un darwinismo a ultranza.
En la teoría del conocimiento el problema no ha faltado, la ontología del conocimiento, es decir el ser de la intelección, para el idealismo la realidad objetiva es construida por el sujeto, es el sujeto el que tiene la capacidad de definir lo que es real, cayendo en un solipsismo, y por otro lado el materialismo o realismo de varios matices; donde la realidad objetiva existe independientemente sin mediación del sujeto, el sujeto no interviene en los procesos de intelección, en este caso se cree en un tipo de contemplación de la realidad.
Los posmodernos ha reducido el problema a un asunto hermenéutico de interpretación y es la razón; donde la verdad son múltiples interpretaciones en pugna, una lucha eterna por diversos sectores ideológicos por presentar su parte de la verdad, así que la verdad seria esa manera de interpretar la verdad, no existe una sola verdad, o una sola realidad, sino múltiples verdades y realidades.
Marx en su crítica al idealismo objetivo que no conoce la actividad practica como tal, critica la especulación filosófica no encaminada a la transformación de la realidad, y exige concreción en los análisis y abordar la verdad desde la praxis (Leer mi artículo El concepto de praxis en Marx).
La verdad en Marx es un proceso como resultado del devenir humano, de la actividad ontocreador del hombre, en su interrelación intersubjetiva (Alteridad) y de esta con la naturaleza. La verdad no es utilidad, sino que es la realizada siendo explicada por el hombre para su trascendencia existencial, para su sobrevivencia como ser histórico. La verdad para Marx no se demuestra en la especulación filosófica, sino en la terrenalidad de la historia.
Así cada generación construye verdades que son absolutas en cada momento histórico y relativas al mismo tiempo, en ese sentido la verdad es lo absoluto y lo relativo al mismo tiempo. Al hombre no solo le interesa revelar las esencias y penetrar la realidad como tal, le interesa también para que sirve la verdad, el conocer, en ese sentido la relación de praxis, conocimiento y valor son inseparables, gnoseología, axiología y ontología están muy unidas.
La verdad pura no existe, no existe la verdad desideologizada, el conocimiento no existe depurado, este está inmerso en un mundo de ideológicas y categorías explicativas, el conocimiento y la verdad existe a través del sujeto, que es el que construye otra realidad alterna a la verdad objetiva, no quiero decir con esto que no debamos acercarnos a la realidad objetiva de forma radical, creo que ese es el cometido radical de la filosofía, ciencia y teología y todo pensamiento que desee buscar la verdad.
Como bien diría Foucault, la función de decir la verdad es un trabajo sin fin, es una obligación ética, de la cual no puede zafarse ningún poder.
Ciertamente la verdad se construye en el devenir humano, en la actividad humana, es la razón de la actividad humana, y la praxis de la transformación de la realidad que se opone a la verdad integral como los gobiernos autoritarios que intentan imponer una verdad absoluta al resto de intersubjetividades, es una verdad encaminada a perecer ya que mata la sobrevivencia de la comunidad de las víctimas,( Dussel).
El poder ético de la verdad es crear un ambiente donde la vía pueda desarrollarse plenamente y las víctimas con su praxis de liberación puedan contrarrestar al poder hegemónico que aniquila la vida (Dussel, 2013).
La verdad es correspondencia con la realidad, es lo útil, pero también encierra una dimensión ética para el ser humano, la verdad es la liberación de las esclavitudes históricas y de la materia.
Bibliografía
Abbagnano, N. Diccionario de filosofía. Instituto Cubano dellibro, La Habana, 1972.
Zubiri, Xavier, El hombre y la verdad, Madrid, Alianza Editorial, 2012.
Marx, Karl. Tesis sobre Feuerbach. Obras completas
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