La Colectiva de Cineastas Hondureñas realizó una muestra de cortometrajes en Casa Quinchon titulada “Desde nuestra mirada”; exhibiendo los cortos: “Cadenas”, dirigido por Karla Díaz, “La Negrita”, por Gabriela y “Despertar”, de Andrea Arauz.
Por Luis Hércules
Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Esta muestra de cine busca contar historias con menos oportunidades de convertirse en materiales audiovisuales precisamente por la brecha de género, marcada también en la industria cinematográfica y aunque en Honduras sea tan pequeña, es muy visible.
Los cortometrajes son parte del trabajo formativo que ha venido desarrollando la Colectiva de Cineastas, apoyada por la Iniciativa Spotlight para la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas en Honduras. Spotlight es una alianza global entre la Unión Europea y el Sistema de Naciones Unidas.
La Colectiva de Cineastas Hondureñas realizó hace unos días, en Tegucigalpa (Honduras), esta muestra de cortometrajes, en Casa Quinchon, titulada “Desde nuestra mirada”; exhibiendo los cortos: “Cadenas”, dirigido por Karla Díaz, “La Negrita”, por Gabriela y “Despertar”, de Andrea Arauz.
Cadenas (Karla Días, 2019)
Entre los diálogos iniciales del cortometraje de Karla Díaz, “Cadenas”, expone que “siempre quise ser actriz, pero por mis rasgos indígenas, no me daban los papeles que quería”. Y mientras su personaje se maquilla frente a un espejo, acomoda una peluca y se arregla las mangas de su traje, agrega: “un día, un director vio en mí cierta fuerza. Me llamó para interpretar a la Sucia. Un personaje que me hacía recordar las leyendas que contaban en mi pueblo”.
En palabras de la directora, su trabajo tiene la intención de tratar “el tema de la violencia hacia mujeres ejercida por hombres, por la sociedad, por el gobierno, por el sistema, desde la violencia de género hasta la violencia estructural”. Díaz, remarca que su historia es sobre una agresión sufrida en una de las presentaciones que desarrollaba como actriz, interpretando el personaje de La Sucia. En la historia se observa a su personaje pasar por un pasillo oscuro “donde vemos las imágenes de grandes mujeres, ejemplos a seguir que también fueron víctimas, pero que nunca se dieron por vencidas y siguieron en la lucha, con un final que nos invita a despertar y a construir una mejor sociedad”.
Despertar (Andrea Arauz, 2019)
Por su lado, el corto “Despertar” de la directora Andrea Arauz, cineasta y documentalista en Honduras; parte de la Coordinación de la Colectiva de Cineastas Hondureñas. Mediante su trabajo, expone una conversación que se podría dar en la sala de cualquier hogar del país. Es la historia de muchas mujeres que han sido abusadas.
Para Arauz, Alejandra es una joven de 18 años que, por medio de una conversación que escucha de su madre con una vecina, “tiene un despertar de emociones y recuerdos de que ella fue víctima de abuso sexual cuando era pequeña”, y en la historia, “el violador recibe justicia encarcelado, el mar de emociones le genera confusión; pero se siente aliviada de saber, el agresor será castigado”. Así se evidencia en su proyecto audiovisual, cuando las mujeres de fondo mencionan que “tarde o temprano la gente cae” y justo en ese momento, la actriz ve hacía el suelo mientras llora, se sostiene el pecho con una mano, hace una pausa, suspira, levanta la mirada y suelta una leve sonrisa de alivio.
Negrita (Gabriela Solano, 2019)
El tercer corto exhibido en la presentación fue el de la directora Gabriela Solano. En su trabajo se muestran otras formas de agresiones hacia las mujeres, y en este caso discriminación por color de piel. Pero además, presenta un formato interactivo donde invita al espectador o espectadora a responder lo que diríamos en caso de estar en la posición de la actriz, acosada por su jefe, un hombre blanco que se refiere a ella como “Negrita” y le confiesa que “una de sus fantasías es…”. Nuevamente, en los diálogos interactivos, Solano presenta dos opciones: “Estas cosas no se discuten o se les pide a extraños” y “no estoy aquí para satisfacer tus necesidades”; y la respuesta de la actriz es: “suerte con tus fantasías”.
En palabras de la directora, en este corto se aborda la historia de una joven afrodescendiente hondureña que “está en un espacio de trabajo y tiene un jefe un poco pesado que le gusta acosarla debido a su belleza física y a sus curvas, pero sobre todo a los estereotipos que tienen las mujeres afrodescendientes en Honduras y a nivel mundial”. Y agrega que ella “logra mediante sarcasmo e ironía, esquivar los ataques de su jefe”.
La Colectiva
La Colectiva de Cineastas Hondureñas “nace como agrupación de mujeres cineastas que se unen para fortalecer el pensamiento en las narrativas en el cine, promover el trabajo de las mujeres en el cine, crear redes y fortalecer la formación”.
Y en palabras de las cineastas, Arauz señala que es “como un sueño hecho realidad por la situación tan difícil para hacer arte en Honduras y le agradezco a las pioneras; Ana Martins, Laura Bermúdez y a Julia, por haber fundado esta colectiva que poco a poco ha ido creciendo, porque de verdad hacer cine en Honduras es súper difícil”.
Karla Díaz, agrega que la existencia de La Colectiva significa una oportunidad para adquirir conocimiento, “es una oportunidad de crear con libertad de expresión, de contar mis propias historias y las de muchas mujeres más, es la oportunidad de poder romper esquemas en el mundo audiovisual, ya que en la mayoría de los casos las mujeres podemos ser actrices, productoras, pero dirigir pareciera que es un rol solo para hombres. La Colectiva, junto a Spotlight, me ha dado la oportunidad de producir y dirigir mi propio cortometraje con completa libertad creativa”.
Gabriela Solano, enfatiza que la Colectiva además “es importantísima para empoderar mujeres, pero sobre todo para educar y empoderar a niñas”, “el cine es un medio poderoso para hacer esto”, “ya que para resolver problemas, primero hay que contarlos”.
