Sin desmayar

Redacción: José Manuel Serén | Edición: Wendy Funes | Imagen: César Fuentes

Tegucigalpa |Reporteros de Investigación
No ha sido fácil. Si protestar en una democracia es difícil, en una dictadura es como jugar a la ruleta rusa. Para Miguel Briceño, son seis años de un camino lleno de dudas, cuestionamientos, errores en la lucha social, muertes, cárcel, acecho y oscuridad alumbrada por la luz de la antorcha de la persistencia.
La calle le ha enseñado a luchar por la democracia en un país con una amenazada libertad de expresión.
En la mayoría de imágenes públicas, Miguel Briceño, aparece con una antorcha a la par, en señal del camino iniciado desde 2015 para protestar contra la corrupción.
En junio de 2015, solo tres meses antes había cumplido 36 años, con la inexperiencia de la juventud deponía de manera prematura una huelga de hambre que se había instalado para exigir una Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIH).
«La policía me agredió físicamente y los hostigamientos son terribles», recuerda ahora cuando se le consulta por qué dejaron tan pronto la huelga. Las críticas y dudas de que «habían vendido el movimiento no se hicieron esperar». Algunos de los pioneros de Las Antorchas se fueron exiliados con miedo, otros aprovecharon para tener un viento de cambio y vivir en otros países.
Más de media década después, Briceño demuestra a sus 42 años que persevera como una columna en medio del ventarrón, apoyado por la fuerza de su madre Reina Margarita Agurcia que abriga su lucha social con su ímpetu maternal, pero de manera discreta.
Las luces de sus antorchas no se apagaron cuando lo llevaron a prisión con grilletes en manos y pies después de participar en una protesta en la UNAH, tampoco cuando asesinaron a su abogado Kevin Ferrera, en 2016, o en 2017 que su compañero Lissandro Matute sufrió un accidente sin esclarecer, mucho menos este año en post pandemia con las voces que pretenden desacreditar su legítima voz en las calles.
Un cuestionamiento rutinario es que Briceño está en política, como si luchar por la democracia no fuera un asunto político, y que eso demerita su lucha, dicen.
Sin embargo, su incansable trabajo cada viernes convocando a una sociedad indiferente, ha logrado revivir las llamas de las antorchas, atizadas por la amenaza de las Zedes y el saqueo de fondos durante la pandemia.
«De ahí que el autoritarismo suela desplegarse sobre la libertad de expresión, como medio de evitar el conocimiento puntual de la realidad, silenciar las discrepancias, disuadir o frustrar la protesta y cancelar finalmente el pluralismo característico de una sociedad democrática»
¿De donde nace la idea de la marcha de las antorchas?
R: En el 2015, reunidos varios jóvenes militantes, de diferentes partidos políticos y sin partido, nos conocimos en la convocatoria contra la reelección realizado por el ciudadano Agustín Lagos, ese día llegamos 119 personas frente a Emisoras Unidas y fuimos hasta casa presidencial, a nosotros Toño Mascota Rivera nos llamó los cuatro gatos, al reunirnos miembros del movimiento 5 de Julio, nos cedieron a Oposición Indignada, ya establecida como movimiento social contra la corrupción e impunidad, la movilización de antorchas que previamente ellos habían convocado para finales del mes de mayo.

¿Cuál ha sido el trabajo interesante en esta lucha y como lo ha manejado?
R: Ser el grupo que no desmayamos y que permanente hemos estado en protestar y exigencias no sólo en la calle, también en la integración de la Maccih como parte de el observatorio de justicia penal, el cual desarticularon los corruptos, así mismo visibilizar el saqueo del IHSS y tema pandemia Covid 19 con la estafa de los hospitales móviles y que durante 4 meses estuvimos exigiendo cárcel con la consigna DÓNDE ESTÁ EL DINERO, con las caravanas de indignación y solidaridad.
¿Cuál ha sido el momento más difícil y cómo logró salir de este?
R: Varios atentados dos veces encarcelado, pero lo más difícil fue un intento de atentar contra mi vida, días después del asesinato del abogado que me ayudó, con la situación que me habían señalado, ese día venía saliendo con mi hijo de la escuela y me dio persecución un vehículo blanco con vidrios polarizados, sin placa tipo pick up Hilux, cuando lo detecté, lo arrinconé y no le permití acercarse, hice una maniobra y me paré frente a la posta de la San Miguel, al verme ahí dieron la vuelta y se fueron, ese fue el momento más difícil, por el hecho que iba con mi hijo, solo pensar que le hicieran algún daño me motivo a buscar opción sin importar dañar el vehículo o golpear otro en todo caso.

En esta lucha ¿cuáles han sido los logros más importantes?
R: El hecho que Honduras y el mundo se diera cuenta que estamos gobernados por delincuentes, ladrones, corruptos, narcos y asesinos, que miles perdieron el miedo y ahora le dicen delincuente al delincuente, la venida de la Maccih a medias porque no era lo que pedíamos.
¿Cómo reacciona ante las inquietudes y reclamos de algunas personas en ésta
lucha?
R: Es difícil, puesto que muchos contraen, otros apoyan, a veces toca ser directo y eso incómoda, pero debemos ser sinceros; para mentirosos ya tenemos muchos gobernando.

Resurgen y toman fuerza Las Antorchas
¿Cómo se da un nuevo resurgimiento de la marcha de las antorchas?
R: Hace tres semanas hablamos con el grupo y pensamos que era sumamente urgente protestar, porque por las redes sociales no se hace mucho, se visibiliza la indignación en las calles y pues decidimos sacar las antorchas, un símbolo de lucha del pueblo hondureño honesto.
¿Estaría dispuesto a cambiar de país, si las situaciones de persecución lo obligan por luchas como está?
R: He tenido no menos de 10 atentados, dos veces preso, estigmatizado, no tengo trabajo más, el que puedo hacer propio, he tenido amenazas permanentes, el sistema de protección no me ha dado el tratamiento que debería, pero aquí sigo, irme del país nunca ha sido algo que me ha agradado, ni lo haría a menos que sea la última opción que tenga, ya me han ofrecido y no lo he aceptado.
Con el resurgimiento de las antorchas ¿cuáles son las exigencias?
R: Hay tanto porque protestar pero nos encerramos en tres cuatro cosas, basta ya de corrupción e impunidad, ¡no! a las ZEDES, expliquen cómo es que aprobaron millones para comprar vacunas y el 95% son vacunas DONADAS ¿ dónde está el dinero? Y elecciones limpias y transparentes sin intromisiones.