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El Régimen de Excepción de Nayib Bukele extiende sus tentáculos a Honduras  

Redacción: Wendy Funes | Revisión editorial: José Manuel Serén

 

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Las cinco fronteras honduro-salvadoreñas se han convertido en un campo de operativos policiales permanentes en las últimas horas, anunciaron esta mañana los voceros policiales de la Secretaría de Seguridad, concentrados en la capital de Honduras para dar a conocer las estrategias ante la huida de mareros salvadoreños.

Las policías de Honduras y El Salvador patrullan las fronteras de estos países centroamericanos desde el 27 de marzo pasado debido al régimen de excepción impulsado por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

Según el periódico de investigación, El Faro “Nayib Bukele negoció con las pandillas para hacerlas sus socios políticos. Algo falló. Las consecuencias son una terrible ola de asesinatos y un país en Régimen de Excepción”.

Entretanto, en Honduras no solo la MS nacional tiene empresas inscritas en la Cámara de Comercio, pactos con la clase política, ligada al tráfico de drogas sino que la MS de El Salvador opera aquí como una especie de empresa transnacional. Un claro ejemplo de ello es la captura de Tokiro Ramírez Rodas, un líder de la MS de aquel país, pedido en extradición por Estados Unidos.

Desde 2014, Ramírez Rodas se movía en los dos países. El MS traficó cocaína hacia Estados Unidos mientras Juan Orlando Hernández y Juan Antonio Hernández colaboraban con esta agrupación  en el tráfico de drogas, de acuerdo con nuestra investigación Pacto Mortal.

“Es una persona de padre hondureño pero asentado en El Salvador que ostenta la doble nacionalidad y él se movía en los municipios del sur del departamento de Valle. Esta persona se sabía que transitaba en el sector de Coray que transitaba en el sector de Amapala, que se movía en el sector de Nacaome”, explicó el vocero policial, subcomisario Edgardo Barahona.

Ramírez Rodas tiene  órdenes de captura, emitidas por la Corte Suprema de Justicia a solicitud del gobierno de Estados Unidos. Una es de 2014 porque lo involucran en actividades de crimen organizado, propiamente dicho ligadas a la MS-13, “aquí hablamos sobre la facilitación de medios para ingresar droga Estados Unidos y actividades de crimen organizado. Una segunda orden de captura, que entró este año de parte también del gobierno de Estados Unidos, es porque lo involucra en actividades relacionadas a la misma estructura criminal MS-13 a nivel ya transnacional”, confirmó el portavoz policial.

 

Ocotepeque, Valle e Intibucá

Desde el 27 de marzo, además la policía de Honduras detectó el ingreso de cinco integrantes de la Mara Salvatrucha (MS); el fin de semana dos se encontraron ingresando por el departamento de Valle,  al sur de Honduras. Del mismo modo, el 3 de abril, la policía detuvo a un salvadoreño presunto MS-13. Fue capturado por agentes de la UDEP-14 en Ocotepeque, donde confluyen las fronteras de Guatemala, Honduras y El Salvador.

La policía lo identificó como José Israel González, alias «Danger», fue detenido por asociación ilícita, extorsión y exportación ilegal de armas de fuego, por lo que estuvo recluido por 10 años. La acción policial se logró en una cuartería aledaña a la frontera de El Poy, entre Honduras y El Salvador.

El ciudadano fue trasladado al Instituto Nacional de Migración para entregarlo a las autoridades de la República de El Salvador, informó el director de Comunicación Estratégica de la Secretaría de Seguridad, el comisionado Miguel Martínez Madrid.

Policías de Honduras y El Salvador

En la estrategia policial están incluidas las corporaciones municipales de las comunidades fronterizas con El Salvador, las fuerzas vivas y la ciudadanía para reportar cualquier presencia extraña.

“Le hemos venido dando seguimiento a esta estrategia (de seguridad) que tiene el gobierno de Bukele sabemos que es algo que no va a parar en esta semana probablemente va a tomar varios días”, dijo el oficial.

“Y también estamos fortaleciendo el punto fronterizo con Intibucá, en Magdalena y Camasca que son comunidades cerca de la frontera con El Salvador”, al occidente de Honduras.

Según constató RI, en Intibucá, las principales zonas de tránsito de personas hondureñas y salvadoreñas son San Antonio, Colomoncagua, Magdalena; en La Paz, hay otros municipios.

Por el nivel de comercio que se genera entre el departamento de Intibucá con las ciudades  vecinas de El Salvador, en ese sector fronterizo, tiende a ser un punto utilizado para el tráfico no solamente de personas, sino para el trasiego de otros tipos de sustancias ilícitas, droga, armas o mercadería, dijo Barahona.

“Obviamente está ofensiva que están teniendo (en El Salvador) contra esta estructura criminal podría generar de que estos integrantes decidan moverse, no solamente a Honduras sabemos que Guatemala también está en alerta”.

La inmigración sin documentos

El comisionado Martínez Madrid dijo que la policía trabaja también en las fronteras con El Salvador y  Nicaragua por el fenómeno de la inmigración de personas de Asia, Cuba, Suramérica y otros lugares y que tratan de cruzar Honduras ya sea de una forma legal o ilegal con la finalidad de llegar a Guatemala, México y Estados Unidos.

Martínez explicó que hay policías hondureños que son graduados en la Academia Nacional Civil de El Salvador. Eso les facilita su labor junto a la policía salvadoreña, mezclados y combinados en la frontera y están cruzando el río y verificando que exista suficiente presencia policial para darles atención a los migrantes y detectar personas que son miembros de esta Mara Salvatrucha.

Hay que entender que esta zona fronteriza y en estos bolsones, hay mucha gente que durante décadas ha vivido en el lado de El Salvador y viene a trabajar durante el día, cruza el río, explicó el comisionado.

Vigilancia electrónica en puntos legales

La estrategia policial consiste en revisión biométrica para salvadoreños que están ingresando a Honduras, con la verificación de su huella, su fotografía; la verificación con los sistemas nacionales para determinar si esta persona tiene una orden judicial o un requerimiento internacional, si él logra pasarlo obviamente va a entrar. Va a ingresar al territorio hondureño.

Además, la policía está desplegando personal no uniformado a ciertos puntos para hacer trabajos de recolección de inteligencia y determinar no solamente los ingresos por puntos no autorizados sino también cualquier otro tipo de actividad ilícita que se desprendería de esta medida aplicada por El Salvador.

La policía tiene un Sistema computarizado de Archivo Criminal para conocer antecedentes, también al ingreso de personas sospechosas de ese país, se verifica en la plataforma de Interpol; en caso de que fueran salvadoreños de nacimiento y que fueran hondureños por naturalización, se sigue haciendo diferentes coordinaciones con todas las direcciones nacionales, explicó el jefe de Comunicación Estrategia de la Dirección Policía de Investigación (DPI), subcomisario Cristian Nolasco.

También están activados los protocolos de la Policía de Frontera, la Dirección de Prevención y Seguridad Comunitaria y se hace un trabajo interinstitucional y mancomunado con otras secretarías de Estado.

Además, la DPI cuenta con la Unidad de Investigación de Delitos Transnacionales de Investigación Criminal (UTIC) que persigue tráfico de personas, trata de personas y otros ilícitos relacionados, dijo Nolasco.

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