Honduras. C.A. Tegucigalpa, 11 de diciembre, 2017
En un clima de máxima tensión vive la sociedad hondureña a 16 días de un proceso electoral confirmado fraudulento, en el que Juan Orlando Hernández por la vía del abuso del poder, pretende seguir en la presidencia por la vía re elección.
Desde el día de las elecciones, domingo 26 de noviembre, uno de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, TSE, Marco Ramiro Lobo anunciaba una diferencia mayor del 5% en más del 70% de los votos escrutados, calificando la tendencia como irreversible entre el ingeniero Salvador Nasralla candidato de la Alianza de Oposición y Juan Orlando Hernández, candidato (inconstitucional) a la reelección.
Dos días después el candidato del partido Liberal, Luis Zelaya, reconocía el triunfo de Nasralla.
La lectura de lo acontecido hasta la fecha, por diferentes sectores, es la existencia de un fraude premeditado comprobado en la inserción al conteo de votos nuevos (papeletas lisas sin arrugas impresas nuevamente) y caídas del sistema, que al ser recuperado, resulta el conteo abultado a favor del candidato oficialista y actual presidente de este país. De más de 18 mil actas, se negó el TSE a su conteo, aceptando hacerlo a través de presiones de representantes de organismos internacionales como la Unión Europea.
Grandes manifestaciones, multitudianarias, ha realizado la población que tiene claridad del fraude y ha salido a protestar incluso durante las noches de seis días pese a un toque de queda de 6 de la tarde a 6 de la mañana, que fue reduciendose paulatinamente hasta su eliminación total el 9 de este mes, día convocado para una teleton donde el gobierno hizo una donación de varios millones de lempiras aún cuando hay carencia de servicios y medicamentos en los hospitales públicos del país.
Estas protestas populares han dejado más de 14 muertes, más de 200 personas heridas, cientos de gente detenida y el aliento del caos en la mayoría de los municipios (298) en total.
Hoy, lunes 11 de diciembre, las tomas de puentes, carreteras, salidas a diferentes lugares del país están tomadas mientras la represión continua. En barrios y colonias capitalinas las personas reaccionan de igual manera en defensa al derecho a su voto y al respeto de su decisión política.
Previo a esto, las protestas callejeras de días anteriores dejaron daños a diferentes comercios, grandes y pequeños. Las fuentes consultadas declaran que son en su mayoría bases del Partido Nacional para intimidar a la sociedad en su conjunto y criminalizar a la población que protesta de manera pacífica. Y desde ayer, el oficialismo sacó del aire a la Emisora Radio Progreso (103.3 F.M.) que informa desde el lugar de los hechos y hay amenazas veladas de cierre del canal UNE TV. El resto de medios de comunicación se ha comprobado han recibido grandes sumas de dinero que pagan por el silencio mediático o recomponen los escenarios, ocultando la verdad de los acontecimientos.
A esta altura, hay fisuras en la policía Nacional y al interior de las Fuerzas Armadas, al menos en 4 de sus promociones.
Analistas del patio dejan mirar en sus palabras la posibilidad de una lucha civil lo que tampoco es descartado por algunos miembros de la policía y el ejército.
Juan Orlando Hernández, en comparsa con el Tribunal electoral, el congreso nacional en el que tiene mayoría y la embajada americana.
Una población protesta esta mañana en diferentes lugares del país, la represión continúa, hay detenciones de jovenes, adultos y hasta niños y niñas que son llevados a postas y a lugares desconocidos generando incertidumbre entre la población.
Se sabe que el candidato oficialista insiste en la permanencia en el poder debido a la corrupción comprobada durante el ejercicio de su presidencia y juicios posibles que le esperan por el desfalco del Seguro Social por 7mil millones de lempiras. Abuso de los dineros en el Congreso Nacional. Millonarias compras no justificadas incluyendo armamento y viajes al exterior, transferencias de dineros de los fondos de previsión, vínculos con el narcotráfico durante su campaña anterior y su hermano Tony Hernández mencionado con insistencia por hondureños extraditados a Estados Unidos por esa causa.
Hay incertidumbre, hay tensión, el futuro inmediato es de mayor caos y represión, la caída de la economía provocada los toques de queda , el cierre de negocios por temores, el aumento de stress y otras enfermedades en toda la población y la posibilidad abierta de una confrontación civil o la intervención militar hacia un gobierno transicional.