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La catástrofe de la Niñez huérfana por femicidios

Esta investigación fue financiada por la Asociación Calidad de Vida.

Tegucigalpa, Honduras. «La mataron con su amante», tituló el periódico.  A la par del título, la noticia exhibió dos cadáveres ensangrentados, el de ella y el de su hija. Madre e hija asesinadas.

Hay una historia que la noticia provocó, el terror de la nieta de ocho años, es como si ella hubiera vivido el crimen de su madre y de su abuela, porque el cadáver fue exhibido en fotografías, por la televisión, la prensa, el internet y la imagen del hombre al que ella le decía abuelo, deshecha porque ahora le decían que era un criminal. No dejaban de pasar la imagen, dice una tía de la niña.

De un día para otro, la niña perdió a su abuela, a su madre y el hombre al que muchas veces le dijo abuelo.  Tenía siete años cuando mataron a su mamá. A veces se despierta a medianoche, llora y grita, «Papito por qué me quitaste a mi mamita».

En otro lugar de la capital, una niña de cuatro años vio el momento en que su papá mató a su mamá. Su niña no sólo vio cuando su padre mató a su mamá, además lo exhibieron casi todo el día por la televisión «como si la muerte de mi hija fuera un show», dice la abuela.

La exhibición mediática de las muertes de mujeres, sin tomar en cuenta la tragedia que vive la niñez huérfana, es sólo una parte del problema, revela el estudio Situación de la Niñez Huérfana a causa de los Femicidios, financiado por la Asociación Calidad de Vida entre agosto de 2017 y febrero de 2018.

Además de la violencia mediática, la niñez huérfana sufre una «catástrofe emocional», dice la sicóloga Carmen Martínez.

Los femicidios están provocando la pérdida de una o dos generaciones, debido a la desestructuración de la salud mental con el aumento de casos de depresión, trastornos de ansiedad y estrés post traumático, cambios permanentes en la personalidad, psicosis, manías, sociopatía, drogadicción, embarazos, abortos, mendicidad y suicidios, advirtió.

Por su parte, el gobierno de Honduras carece de una política pública para a atender a la niñez huérfana por femicidios, no hay normas, reglamentos, leyes específicas o líneas presupuestarias para atender el tema pese a que desde 2011 el problema de la niñez huérfana se recrudeció por la ola de violencia que sacudió a Honduras con tasas que superaron 80 homicidios por cada cien mil habitantes (pccmh) y que ahora -según el recuento de cifras oficiales que lleva sin transparencia ni supervisión ciudadana- disminuyó a una tasa parcial de homicidios registrados en el primer semestre de 2017, de 42.5 por cada 100 mil habitantes hombres y 4.2 por cada 100 mil habitantes mujeres.

Testimonios

1

La mamá de dos menores fue asesinada dentro del cementerio Zipile en Comayagüela, la asesinaron dentro del cementerio. Se trataba de una niña 3 a cuatro años y un bebé de meses, los encontraron 24 o 36 horas después del crimen, la niña estaba con su hermanito en brazos y la madre fallecida. Al parecer, la joven era integrante de maras, nunca se hizo investigación alguna, los menores fueron llevados por la policía, luego se les trasladó a Dinaf y después a un centro, el hecho pasó hace cuatro o cinco años. Dinaf buscó a su familia hasta que unos tres años más tarde encontró a una tía materna que se lo llevó de la casa hogar. En la casa hogar, los niños recibieron atención sicológica, se les mandaba a la escuela pero una vez que se encuentra a la familia se estableció que ambos debían estar con su familia. 

2

La tía tiene temor por el futuro de los pequeños y las pequeñas que han quedado sin madre y en poder de la familia del padre, que cometió el femicidio, se desconoce la condición de vida de las y los niños. Cuando mataron a su sobrina, la tía decidió entregarlos a la familia del agresor porque tuvo miedo que el femicida la agrediera a ella también. La familia trata de ocultar la información porque tiene miedo.

3

Era diciembre de 2006. El niño tenía 12 años, estaba con la mirada pérdida y triste cerca del cadáver de su madre Suyapa Elizabeth Sánchez. Después de subir con un carro doble tracción por cerros con calles de herradura y cerca de varias casas de varilla y madera, estaba la escena del crimen aún sin acordonar, los curiosos rodeaban los alrededores de la champa de madera sobre el suelo de tierra, en un mesa de madera rustica quedó la masa para las tortillas ensangrentada, tras acercarnos y pedirle la entrevista para diario El Heraldo, el niño empezó a hablar como si en este mundo ya sólo existieran él y su dolor:
“Mire mi mamá se murió y qué vamos a hacer no hay nada que hacer. Cuando yo miro a mi mamá ahí, me acuerdo cuando ella me decía: hijo te voy a echar a la escuela para que aprendás a no ser un hijo botado de la calle, me tenés a mí que yo sólo por ustedes es que lucho y el día de mañana cuando yo muera o viva vos me podés ayudar a mí como yo te crie a vos”. Después de ese día, los periodistas no volvimos a saber nada más del niño.

Puede ver acá el Resumen Ejecutivo del Estudio: Resumen Ejecutivo 2018

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