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Una depuración que sacó a personas con discapacidad y enfermedad

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Si la historia la cuentan los vencedores, la narrativa en torno a la depuración policial tuvo falsedades e historias escondidas que al día de hoy no han salido a luz: Como la de un policía despedido pese a su discapacidad adquirida en el trabajo u otros expulsados con enfermedades.

A las y los policías se les expulsó de la institución policial, sin audiencias de descargo y sin escuchar su versión de los hechos, resume el apoderado legal de 42 oficiales de la Policía Nacional, Marvin Cálix. “Muchos de ellos, si recibían una orden ilegal no la cumplían y posiblemente por eso fueron despedidos”.

El inspector Darwin Gerardo Barraza Espinosa tiene dificultades para hablar, su esposa se separó de él cuando lo expulsaron de la policía.

Al no tener una explicación de su despido, lo único que viene a su mente es que lo sacaron de la institución policial, mediante el promocionado proceso de depuración, porque el 21 de mayo de 2010 sufrió un accidente automovilístico que le generó una discapacidad.

“Yo estoy apto para lo que a mí se me encomiende. Estoy con la capacidad física y mental”, dice Barraza Espinoza.

Cuando le notificaron su cancelación estudiaba el curso de ascenso para convertirse en subcomisario y en eso estaba cuando sufrió un accidente de tránsito provocado por el cansancio, según cuenta.

Para el abogado Cálix, la historia del divorcio de Barraza Espinoza es una entre tantas ya que fue recurrente porque muchos hombres separados de la Policía Nacional fueron abandonados por sus parejas.

Una cena amarga

“Mi nombre es Erwin Mayer Ríos. Soy abogado y sub comisionado de policía retirado en el proceso de depuración de 2016. Nos encontramos aquí haciendo un plantón, exigiéndole a la Corte Suprema de Justicia que le dé un poquito de celeridad a los casos presentados en nuestras demandas en el año 2016”, dijo el sub comisionado.

La tarde en que supo que se iba de la policía, Mayes Ríos era el sub jefe de la policía metropolitana de la capital de Honduras.

Cenaba frijoles, huevos, plátanos, chorizos y tortillas en las instalaciones del Core 7, cerca del Mercado Los Dolores. Eran como las 6 de la tarde. La televisora HCH empezó a dar los listados de los nuevos policías depurados. El sub jefe policial sintió que el mundo se le venía encima al ver su nombre en esta lista. “Se me quitó el hambre, pero sí me terminé la cena”, platica el oficial.

En ese instante, 22 años de su carrera estaban en vilo y desde ese momento inició una lucha judicial. Seis años después de esa tarde, estaba entre los oficiales que llegaron a protestar la mañana del 10 de junio, en la Corte Suprema de Justicia.

Mayes Ríos demandó al Estado para exigir su reintegro y al mismo tiempo es apoderado legal de varios policías de la Escala Básica.

“Hasta el momento los procesos están parados, caminan muy despacio en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo como en la Corte de Apelaciones”.

La situación de los policías es de precariedad, dijo Mayes Ríos. En la protesta y en la esfera pública solo han participado hombres.

“No han encontrado trabajo debido al estigma que provocaron tanto los medios de comunicación con los listados de las personas que habían sido reestructuradas en su momento en la policía”.

“Hay varios policías que han que han muerto por enfermedad y otros que han salido enfermos de la Policía pues prácticamente echaron a muchos policías que se enfermaron estando en la institución policial y fueron reestructurados en su momento y ellos han fallecido, pero ahí están los familiares de ellos pidiendo sus derechos”.

“La gente no sabe el trasfondo, o sea, la vida que vivieron los policías después de eso. Prácticamente pues hay muchos policías que viven el día el día, lo que consiguen para los frijoles, para el arroz, es de ese día, pues, prácticamente sustentar el día”.

“O sea todos fueron víctimas de este proceso que llevó a cabo el ex presidente de la República, partícipe del narcotráfico aquí en Honduras pues prácticamente él era el jefe del narcotráfico acá en Honduras”.

Como nunca le dijeron por qué salió de la institución, al consultarle la causa dice que se  imagina que “por mi carácter que yo soy muy pelado para decir las cosas, pues, o sea, se las digo de frente a las personas, lo que es correcto y lo que es incorrecto y lo que es transparente. Órdenes arbitrarias órdenes ilegales y yo no las cumplía”.

El inspector de policía, Lenin Perdomo, era el Jefe Departamental de Tránsito en Ocotepeque, sostuvo que la Comisión de Depuración, integrada por Omar Rivera, Vilma Morales, German Leitzelar y el pastor Alberto Solórzano nunca permitió presentar la defensa de cada policía.

“A esta comisión, nosotros le llamamos narcocomisión”, dijo el inspector.

Describió que sufrieron faltas al debido proceso, estigmatización porque les decían manzanas podridas mientras dejaban solo a los oficiales afines a Juan Orlando Hernández.

Hubo oficiales depurados o que pidieron su retiro voluntario que fallecieron por ataques al corazón, hubo depresión e incluso un par de suicidios. También se documentó el caso de otro oficial separado de la Policía Nacional después de poner orden y realizar un operativo a donde llegó una alcaldesa del Partido Nacional, en estado de ebriedad, pero él pidió que su historia no fuera detallada.

Miles de policías

Hay unos 6,000 policías y personal administrativo que salió de la institución mediante el proceso o por retiro voluntario. 

En el Poder Judicial, hay al menos mil demandas de reintegro interpuestas por los oficiales.

En consecuencia hay tres formas en que se puede reintegrar a policías, primero mediante un proceso administrativo de la Secretaría de Seguridad en el que 2000 policías retornan con el grado con el que salieron de la policía, deben someterse a un proceso de revisión y hacer un curso de actualización en la Academia Nacional de Policía.

Una segunda vía, es mediante la reforma al Reglamento de la Ley de la Carrera Policial. El artículo 66 establece que únicamente puede ser reintegrado aquel miembro de la institución policial que haya sido separado a través de la resolución judicial. Este artículo fue reformado y está pendiente su publicación en el Diario Oficial La Gaceta. Con la reforma, los policías que se retiraron de manera voluntaria, podrán retornar.

La tercera vía es que el sistema judicial ordene el reintegro, sueldos caídos y el reconocimiento de la antigüedad de cada oficial.

El director de la Policía Nacional, el comisionado general Gustavo Sánchez, explicó a RI que en la primera semana de julio estarían ya los primeros reingresos en entrenamiento en la institución policial para incorporarse a la policía en los siguientes dos meses. Por ahora, hay 1,200 solicitudes de ex policías y ex militares que quieren reingresar a la Policía.

Sánchez dijo que han tenido menciones de personas sacadas de la institución que tenían VIH, es información que está siendo verificada, pero si fuera así es muy lamentable, opinó.

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