El caso de Namasigüe: tercera entrega de  Crímenes de poder por agua. Una serie de investigación iniciada en 2021 por tres mujeres periodistas para conocer quiénes son los dueños del agua en Honduras. Una de las primeras respuestas es que el camino hacia la propiedad está teñido de sangre indígena y campesina.

El municipio de Namasigue en el departamento de Choluteca al Sur de Honduras, está ubicado a unos 13 kilómetros de la Ciudad de Choluteca, carretera Panamericana. Tiene 200 kilómetros cuadrados habitados por más de 30,000 habitantes que viven en nueve aldeas y 105 caseríos. Se caracteriza por temperaturas que superan los 38 y 39 grados centígrados. Su economía gira en torno al camarón, marañón, Jícaro, la ganadería, acuicultura y siembra. 

Investigadoras: Helen Montoya, Melissa Hernández, Wendy Funes


Redacción: Melissa Hernández | Edición: Wendy Funes

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. El caserío Costa Azul está ubicado al oeste de la aldea San Bernardo. Es uno de los 105 caserios del Municipio de Namasigüe. Las personas viven en casas de barro y otras de bajareque que se pueden ver desde la orilla de calles de tierra y llenas de polvo.

Hay una única calle pavimentada, la que conduce hacía la empresa camaronera. Fue la misma empresa la que asfaltó esa vía. El resto de vehículos transitan por la polvareda.

Desde que las empresas se han ido instalando en el pueblo el único indicador de “desarrollo” es que ahora hay menos árboles que antes. La deforestación dejó secuelas en quienes vivían de los Jícaros, un tipo de bosque que era usado para la venta de morro y fabricación de guacales y maracas.

Con la deforestación también incremento la migración hacía países como Estados Unidos y España pues la actividad económica es escasa. El pueblo apenas cuenta con dos mercados  y unas cuantas pulperías (tiendas pequeñas).

Mediante Decreto No. 7-2015, la vida de los habitantes de esta comunidad cambió para siempre y no para bien sino para mayor tristeza y muerte. El 11 de Febrero de 2015, el Congreso Nacional aprobó el Contrato de Operación para La Generación, Transmisión y Comercialización de Energía Eléctrica mediante energía fotovoltaica, aprovechando la luz solar.

Este contrato fue suscrito entre el  Ingeniero José Antonio Galdámez Fuentes, en carácter de  Secretario de Estado en los Despachos de Energía Recursos Naturales, Ambiente, y Minas y el Ejecutivo de Negocios Ingeniero José Cecilio Cárcamo Murillo, interviniendo como Representante Legal  de la Sociedad Generación Renovable de Honduras, S. A. DE C.V., para operar la instalación del Proyecto Solar Helios, ubicado en el Municipio de Choluteca,  Departamento de Choluteca, (GENERSA), consta en el decreto públicado el 9 de diciembre de 2015 en el Diario Oficial La Gaceta.

Calor y olor a podrido

Cerca de este proyecto extractivista aprobado en 2015, las personas que viven en la aldea Costa Azul pueden sentir una temperatura que supera los cuarenta grados centígrados. En temporada de verano, el calor se agudiza y el sudor pone pegajosa la piel. A eso se suma un olor a podrido. Es una mezcla entre aguas contaminadas y animales muertos que hacen insoportable e infeliz el ambiente.

Los vecinos sienten que durante el invierno, el agua se pone de color azul y se siente un olor a químicos.  Sus problemas empezaron desde febrero del año 2016. A partir de ese año inició una férrea lucha por la defensa de las fuentes de agua.

Yenny Karina Aguilar, una joven madre de familia, vive acá en Costa Azul –contó– “El proyecto se logró instalar en tres comunidades después de un fuerte proceso de resistencia.  Nuestra situación actual es difícil desde hace dos años, experimentamos sequía en la zona”.

Mientras el agua ha sido concesionada a la industria de las fotovoltaicas, las diferentes comunidades entre las que se destacan: Costa Azul, Padros I y Padros II, deben pagar por el vital líquido.

“Con quince barriles (de agua), tenemos que pasar quince días y cada barril tiene un costo de 15 lempiras, lo que ha impactado en nuestra economía”, cuenta Yenny Karina. En la localidad, existe un pozo comunitario, pero se ha secado a consecuencia de la deforestación.

Darwin Pineda también vive en Costa Azul. Se autodefine como defensor de los recursos naturales y de los bienes comunes. La desforestación es la principal causa de la sequía en este sector –sentencia– “La lucha por la defensa de los recursos naturales, continúa”.

Como pasa en cada territorio de Honduras donde hay lucha por el agua, hay ambientalistas asesinados y otros criminalizados. “A estas alturas son nueve personas criminalizadas que a un van a firmar a la Corte”, cuenta Pineda.

Las personas acusadas son los líderes comunales que desde el año 2016 se han opuesto a la instalación de los proyectos extractivitas fotovoltaicos.

Pese a que las abogadas han solicitado audiencias para lograr justicia, han sido ignoradas. “Teníamos esperanzas en una nueva Corte Suprema de Justicia, pero no vemos cambio alguno”.

La Red de Abogadas Defensoras de Honduras denunció en 2021 que «más de 32 personas de las comunidades de Namasigue, fueron criminalizados en el año 2017, por oponerse ante la instalación inconsulta y arbitraria de la Empresa Energía Solar S.A. pues se les estaba y se les sigue violentando sus derechos al territorio, medio ambiente, agua y participación ciudadana. 20 personas de las que fueron criminalizadas al sentirse fuertemente amenazados por la empresa se vieron obligados en someterse a procesos de conciliación condicionados».

A 2021 había 10 defensores y defensoras ambientalistas criminalizadas. En 2020, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la FIDH, condenó el asesinato del ambientalista Marvin Damián Castro Molina, El observatorio recibió información de ACI Participa. Castro era coordinador de la secretaría de la Juventud del Movimiento Ambientalista Social del Sur por la Vida (MASS-Vida) que ha liderado la lucha por el medio ambiente en el sur de Honduras.

La fotovoltaica fue instalada por la empresa Genersa. El 27 de diciembre de 2019, los accionistas de Generaciones Energéticas (Genersa), mediante asamblea general extraordinaria, nombraron como directivos de esta empresa a representantes de las marcas noruegas, Scatec Solar ASA y de KLP Norfund Investments AS. De esa forma, empresas noruegas se convirtieron en prestatarias de empresas nacionales conformadas para producir energía en Namasigüe, Choluteca y en todo el departamento.

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