La posibilidad de que el ex diputado del Partido Liberal Midence Oquelí Martínez Turcios revele información sobre sus nexos políticos para el tráfico de cocaína de Venezuela y Colombia plantea interrogantes sobre cómo reaccionarán quienes aprueban la extradición de Juan Orlando Hernández a Nueva York. Es probable que si el ex diputado habla, los juicios sean calificados como una injerencia en asuntos internos, lo que generaría un entorno propenso a la controversia y a la violencia.

Su extradición fue un hito significativo que marcó el inicio del declive en la gestión del ex ministro de Seguridad, Ramón Sabillón. Esta extradición no solo simbolizó un cambio trascendental en el panorama político, sino que también desencadenó una serie de repercusiones que reverberarán en toda la nación.

Midence Oquelí alega que hay un retraso en su juicio y ha venido interponiendo escritos para aplazar fases del juicio en Nueva York.

Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Un Midence Oquelí Martínez Turcios, sobrecogido por la violencia, pidió la palabra para presentar una manifestación legislativa en el Salón de Sesiones del Congreso Nacional.

Era miércoles, 21 de mayo de 2014, según se consignó en el Acta Legislativa número 23. Ese año la tasa de homicidios sumó 68 por cada cien mil habitantes –de las más altas del mundo–.

Su manifestación ante el pleno del Legislativo fue sobre la necesidad de llevar luz eléctrica a Iriona, Colón.  Martínez Turcios justificaba su intervención hablando del crimen ocurrido cinco días antes contra el alcalde de Iriona, del Partido Liberal, Delmer Aníbal Duarte.

Antes de su asesinato, había sido electo por segundo período. Fue “víctima de la violencia que afecta la tranquilidad y la paz de nuestro país”, intervino el diputado ante el pleno legislativo.

“En pleno siglo XXI no es posible que Iriona siendo un Municipio con un gran potencial turístico en el agro, la ganadería, las minas, petróleo no haya luz eléctrica”, decía el diputado. Iriona, Colón no era un municipio cualquiera. Para entonces, empezaba a perfilarse como uno de los más importantes en producción de hoja de coca.

El congresista se conmovía en público por la violencia como si en su espalda no  pesaran más de seis crímenes ocultos en los que había participado junto a Los Cachiros. Midence Oquelí además estaba en colusión con el narco diputado Liberal Fredy Nájera y con otros del mismo instituto político posteriormente asesinados.

Ese miércoles de mayo, solo faltaban seis meses para que Los Cachiros se entregaran a la justicia estadounidense; Ramón Sabillón era el ministro de Seguridad y estaba tras la pista de los Valle Valle junto a la DEA, pero venía siguiendo las huellas de Midence Oquelí desde el periodo de gobierno del entonces líder del Partido Liberal, Manuel Zelaya Rosales.

En 2014, Sabillón vigilaba a los Valle Valle junto con la DEA para capturarlos y extraditarlos y, al mismo tiempo, la orden del clan de Juan Orlando Hernández, presidente de la República, fue asesinar a los Valle Valle.  

Entretanto, ese mismo miércoles de mayo de 2014, Midence Oquelí era un diputado poderoso que en secreto llevaba una década aliado a Los Cachiros, a narcomilitares y a maras que le acompañaban a limpiar a sus enemigos del narcotráfico.

Su imperio junto a Los Cachiros fue tal que la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York lo acusa “del tráfico de más de 100 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre aproximadamente 2003 y 2013 y de decenas de asesinatos relacionados con matones”.

Ese miércoles que Midence Oquelí hablaba en el hemiciclo diseñado con arquitectura de vanguardia del Siglo XX, ya era investigado porque “proporcionó la apariencia de legitimidad a los miembros de la organización narcotraficante”.

“Ayudó entrenar a sus asesinos, o sicarios, y coordinar la seguridad fuertemente armada para los cargamentos de droga que llegaron a Honduras desde Venezuela y Colombia y fueron vendidos a miembros y asociados del Cartel de Sinaloa para su importación a los Estados Unidos”.

El asesinato de Coque Ramos

Midence Oquelí –dice la Fiscalía de Nueva York– “aproximadamente en 2003, un narcotraficante rival («Víctima-I») disparó a Javier y mató a uno de los hermanos de Javier y Leonel”.

La víctima 1 es Coque Ramos Echeverría. Era el todo poderoso del narcotráfico. Hizo crecer a Los Cachiros en el negocio de la droga y en una disputa, mató el 22 de marzo de 2003, al menor de los hermanos.

“Leonel se comunicó con el acusado (Midence Oquelí), un pariente lejano suyo, porque Leonel conocía la experiencia militar y el acceso a armas del acusado. Posteriormente, Leonel y Javier solicitaron la ayuda del acusado para matar a Víctima-I”, dice el expediente.

“El acusado acordó obtener armas para los Cachiros y entrenar a sus sicarios para matar a la Víctima-I. Además, el acusado también acordó proporcionar información sobre los movimientos planeados del ejército hondureño para que los Cachiros y sus asesinos elegidos pudieran evadir la detección y el arresto mientras intentaban asesinar a la Víctima-I”.

Midence Oquelí con 20 sicarios acudió en 2004 a un rancho de Coque, situado en Francia, Limón, Colón. “El acusado y los sicarios estuvieron aproximadamente un día esperando a la Víctima-I, pero él no regresó al rancho durante ese tiempo, y finalmente el acusado y los sicarios se marcharon para evitar ser detectados”.

Tres o cuatro meses después, Midence Oquelí informó a Leonel y a Javier (Los  Cachiros) que Coque estaba en un hotel, ubicado en San Pedro Sula, al norte de Honduras (una de las ciudades más grandes de Honduras).

“Mientras hablaban por teléfono con el acusado que se encontraba aproximadamente a una hora de distancia, en Bonito Oriental, Honduras, enviaron a varios sicarios a asesinar a la Víctima-I en el hotel. Los sicarios dispararon a la Víctima-I, así como a una mujer que estaba con él, pero no lograron matarlos”.

“Tras este intento, el acusado no participó directamente en esfuerzos posteriores”, dice la Fiscalía.

Echeverria Ramos se había enamorado de Margarita Lobo, hija del ex diputado del Partido Nacional Ramón Lobo Sosa y sobrina del expresidente de Honduras (2010-2014), Porfirio Lobo Sosa.

El 18 de marzo de 2004, José Aníbal Echeverría Ramos, alias Coque Ramos fue asesinado luego de escapar varias veces de la muerte huyendo a Costa Rica y Panamá. Cambió su identidad, pero finalmente fue asesinado en el hospital de la Penitenciaría Nacional de Támara, 17 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

Sabillón tuvo información clave de  Midence Oquelí a finales de 2005 cuando los cuerpos de inteligencia descubrieron que Los Cachiros presionaban para que fuera el ministro de Seguridad en la administración del presidente electo José Manuel Zelaya Rosales.

Llevó sicarios para asesinato de diputado Liberal

La Fiscalía de Nueva York dice que “Javier pagó los sobornos en el entendido de que Víctima-2 trabajaría para nombrar al acusado para el cargo de Ministro de Seguridad en Honduras. Javier anticipó que si el acusado fuera designado para ese puesto a nivel de gabinete, los Cachiros estarían protegido del arresto por parte de las autoridades hondureñas, así como de cualquier solicitud de extradición extranjera. Sin embargo, al final, Victima-2 no cumplió con el nombramiento prometido. Como resultado, el acusado (Midence Oquelí) conspiró con Leonel para asesinar a la Víctima-2”.

“A principios de mayo de 2006, el acusado y Leonel escoltaron personalmente a los sicarios a la casa de la Víctima-2 en Colón. Los sicarios dispararon a la Víctima-2, quien murió en un hospital días después”.

El emisario era el diputado de Colón, Juan Ramón Salgado Cuevas, asesinado en 2006.

“La historia reciente de la afectación del narcotráfico en la política hondureña empieza a complicarse en 2006 en los primeros momentos del gobierno de Manuel Zelaya. Juan Ramón Salgado Cuevas, un diputado del Partido Liberal, integrante de la comisión del Congreso contra el Narcotráfico, que había sido reelecto en tres ocasiones y había sido alcalde de Trujillo (Colón), fue asesinado al parecer por no cumplir con un compromiso al que se había llegado con la familia Rivera Maradiaga”, dice el documento Democracia, Política y Violencia en Honduras (2006-2014) de Carlos Barrachina Lisón.

“Éstos querían que el actual diputado por Colón, Midence Oquelí Martínez (pl), relacionado familiarmente con ellos y socio en varias empresas, fuera designado viceministro de Seguridad. Manuel Zelaya aceptó, pero finalmente ese acuerdo no llegó a buen puerto porque al parecer el gobierno de los Estados Unidos vetó el nombramiento. Salgado fue asesinado en su domicilio de San Pedro Sula por unos sicarios el 1 de mayo de 2006”, agrega este reporte.

Víctima 3, 4, 5 y 6 del narcodiputado

“Aproximadamente en 2009 o 2010, un periodista hondureño que trabajaba en la zona de Tocoa, Colón («Víctima-3») criticó públicamente al acusado y a otros funcionarios hondureños alineados con el acusado. Leonel trabajó con el acusado para frenar las críticas enviándole 50.000 dólares en droga en un esfuerzo por silenciarlo. Después de sólo una breve pausa, Victima-3 reanudó la cobertura negativa. Luego, el acusado le pidió ayuda a Leonel para asesinar a la Víctima-3. La pareja de la Víctima-3 («Víctima-4») también murió durante el ataque”.

“Los Cachiros les dijeron a Leonel y Javier que uno de sus empleados («Víctima-5») había asesinado a un miembro de Los Cachiros. Leonel instruyó a los hermanos del acusado a secuestrar a la Víctima-5 cerca de Tocoa, Colón y llevar a la Víctima-5 a Leonel en El Cayo Sierra, Colón. En El Cayo Sierra, el acusado se unió a sus hermanos Leonel y Javier, donde torturaron a la Víctima-5 hasta que admitió haber participado en el asesinato. Uno de los Los hermanos del acusado, Ovando Ecchevari Martínez Turcios, luego dispararon y mataron a la Víctima-5 y su cuerpo fue arrojado a un río cercano”.

“Luego, aproximadamente en 2011, un aliado diferente del tráfico de diligencias le pidió a Leonel que matara a un trabajador de Cachiros («Víctima-6») porque el aliado creía que la Víctima-6 había asesinado a uno de los suyos. Leonel, Javier y el acusado acordaron matar a la Víctima-6. Atrajeron a la Víctima-6 a un club nocturno en San Pedro Sula, donde dispararon a la Víctima-6 y al personal de seguridad en el club”.
“El Gobierno espera que Javier testifique que vio al acusado (Midence Oquelí) disparar personalmente a Vicitma-6 al menos dos veces”.

Cuando un cargamento llegaba a Colón, el acusado normalmente coordinaba un equipo de seguridad armado, que generalmente incluía a sus hermanos, que se encargaba de descargar la cocaína, almacenar los droga en camiones que se dirigían a su rancho en Zamora, Colón, y trasladar a los malvivientes a nuevos vehículos de transporte en el rancho para su traslado.

La corrupción del acusado

“En enero de 2014, poco después de que Leonel comenzara a cooperar con las autoridades, Leonel grabó una reunión en Honduras en la que participaron el acusado, Freddy Ramón Nájera Montoya, y Juan Ramón Matta Waldurraga”.

Durante la reunión, el grupo discutió el pago de sobornos en un esfuerzo por asegurar el apoyo, incluido el del entonces candidato presidencial Juan Orlando Hernández, para que el congresista Oscar Nájera, otro asociado de los Cachiros con base en Colón, se convirtiera en el jefe del Congreso Nacional. Aunque Oscar Nájera no obtuvo ese cargo la grabación deja en claro esfuerzos coordinados entre narcotraficantes, políticos y aquellos, como el acusado, que estaban entre ambos mundos, en Honduras”.

Fredy Nájera se declaró culpable en febrero de 2020 de participar en una conspiración para la importación de cocaína, uso y posesión de armas de fuego y portar ametralladoras y dispositivos destructivos. En octubre de 2022, el juez Gardephe condenó a Nájera principalmente a 360 meses de prisión, una multa de 10 millones de dólares y un decomiso de 39 millones de dólares. El 28 de noviembre de 2023, el Segundo Circuito confirmó la condena.

Sabillón, otra piedra en el zapato para el tripartidismo

Foto de archivo

En 2022, Sabillón volvió a Honduras. Juan Orlando Hernández lo había desterrado desde 2014 por haber capturado a los Valle Valle.  En 2022, fue nombrado ministro de Seguridad. Desde que vino a Honduras, empezó a rastrear el paradero de Midence Oquelí Martínez Turcios.

El 3 de diciembre de 2022, una tropa élite de la Secretaría de Seguridad capturó a Martínez Turcios. La captura molestó la clase política en el poder y Sabillón recibía mensajes por vía celular que mostraban un tono de resquemor en cuanto a trato que debía recibir el extraditable.

En marzo de 2023, Martínez Turcios fue extraditado. Un día después, los militares retomaron el control de la seguridad del Estado, por disposición del gobierno.

Solo tres meses más tarde, Sabillón era destituido y nuevamente salió exiliado por la narcopolítica.

Pero esta vez, las cosas son diferentes, Midence Oquelí se convierte en una pieza que puede cambiar el panorama político y causar un sisma en Honduras.

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