Por Wendy Funes
Nueva York, Honduras | Reporteros de Investigación. El equipo de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York presentó, como evidencias, fotografías en las que Juan Orlando Hernández aparece junto a «coconspiradores» para el tráfico de cocaína y tráfico de armas.
A eso se suman, los testimonios de los coconspiradores Alex Ardón, Fabio Lobo, Luis Pérez, Leonel Rivera Maradiaga, Guillermo Mejía Vargas. También testificaron El Contador, José Sánchez, el detective de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), Miguel Reynoso.
Desde la DLCN, Reynoso participó en el decomisó de las narco libretas de Magdaleno Meza (Wilson o Nery López Sanabria) y fue interrogado sobre la cadena de custodia y acerca de la forma en que fueron decomisadas estas libretas.
La Fiscalía además de orientar sus interrogatorios en ese sentido, sustentó su acusación en Exhibit en los que argumenta cómo desde la década de los noventa Juan Orlando Hernández recibía aportes como diputado de parte del narcotraficante Víctor Hugo Díaz Morales. Llegó a ser presidente del Congreso Nacional, apoyado por narcotraficantes; de 2014-2017 Juan Orlando siguió aceptando sobornos y protegió narcotraficantes; se reeligió en 2017 para un segundo periodo presidencial y entre 2021-2022 intentó evitar extradición y enjuiciamiento en Estados Unidos.
Las ametralladoras fueron admisibles como evidencia directa y parte del arsenal fue mostrado al jurado durante el juicio.
También en juicio se mostró la evidencia electrónica de la computadora portátil de CW-1 (Hugo Ardón), incluidas las hojas de cálculo que catalogan los sobornos políticos, es admisible como evidencia directa. La Fiscalía introdujo durante interrogatorios la evidencia electrónica del teléfono celular de Fuentes Ramírez, incluidas las fotografías de armas de fuego, dinero en efectivo.
José Sánchez contó sobre una reunión entre Geovanny Fuentes y Fuad Jarufe. En esta reunión Juan Orlando recibió un soborno dijo que llenaría las narices de los gringos de cocaína.
Los datos de Waze sacado del teléfono ubicaron a Geovanny Fuentes en Casa Presidencial en 2018 y en 2019. En su interrogatorio, JOH y el general de las Fuerzas Armadas, Tulio Romero, trataron de justificar que en la fecha en que el Waze ubicaba a Fuentes en Casa Presidencial, Hernández se había trasladado al edificio de Relaciones Exteriores porque había mucho ruido por la construcción Centro Cívico Documental.
La Fiscalía dejó en evidencia a Hernández cuando le mostró una foto en la que aparece haciendo una reunión dos días después de que el Waze ubicara ahí a Fuentes. Hernández estaba en Casa Presidencial.
En el Document 663 del Case 1:15-cr-00379-PKC se describe también parte de la evidencia, pero la relacionada con Juan Carlos Bonilla y Mauricio Hernández Pineda no fue evacuada en juicio.
En este documento se menciona el extracto de cuatro llamadas de audio que fueron interceptadas alrededor de 2015 por las autoridades hondureñas.
La escucha telefónica es en relación con una investigación sobre la MS-13. El agente de la DEA, Daniel McNamara, explicó sobre estas llamadas que forman parte de la investigación a Yulan Adonay Archaga Carias, alias “Porky”, alias “Alexander Mendoza” (“Mendoza”).
En estas llamadas se habla de que el ex presidente de Honduras había asignado un equipo de policía de élite para “intentar matar al narcotraficante, Bayron Ruiz, quien había trabajado con el acusado y su hermano, Tony Hernández, para evitar que ese narcotraficante fuera arrestado por las autoridades estadounidenses y potencialmente exponerlos si decidía cooperar contra ellos”, dice este documento.
El presidente peleó rutas con Los Cachiros
En otra de las llamadas, El Porky da a entender que Hernández se quedó con rutas de Los Cachiros. Document 663 del Case 1:15-cr-00379-PKC cita: «En GX 405, como se describió anteriormente, miembros y asociados de la MS-13 estaban discutiendo el estatus de Los Cachiros, quienes habían sido detenidos en los Estados Unidos, y parecen estar haciendo referencia a las rutas de drogas que “el Presidente” (es decir, , el acusado), había dado previamente a Los Cachiros como parte de su «trato»».
«Como se describió en mociones in limine anteriores del Gobierno, los Cachiros pagaron sobornos al acusado para obtener el control de ciertas rutas de drogas. La referencia al juego del “gato y el ratón” parece ser una referencia a la cooperación de los Cachiros. También en este caso, el propósito de la llamada era claramente proporcionar una actualización sobre el estado de la conspiración a los miembros de la MS-13 y “transmitir información sobre otros miembros del mismo sindicato del crimen organizado».
Este mismo Document 663 explica lo mismo que testificó Fabio Lobo en la Corte, “alrededor de 2009, CW-3 (Fabio Lobo) asistió a una cena en Tegucigalpa con Juan Orlando, Juan Antonio Hernández («Tony Hernández») y un narcotraficante llamado «El Cinco».
“En la cena, Juan Orlando, Tony Hernández y El Cinco discutieron ¿Quién de ellos asumiría el costo de un avión que había sido recientemente incautado en Roatán, Honduras? Juan Orlando le dijo a CW-3 (Fabio Lobo), quien era abogado y recientemente se había desempeñado como juez, que CW-3 estaría recibiendo una llamada de alguien que buscaba ayuda. Aproximadamente unos días después, CW-3 (Fabio Lobo) recibió una llamada de un narcotraficante llamado Pablo Amílcar, alias “El Sentado”, quien pidió reunirse con CW-3 (Fabio Lobo) en privado. CW-3 luego se reunió con El Sentado, quien le dijo a CW-3 que quería La ayuda de CW-3 con el juez de Roatán para ver si se podía hacer algo con respecto a la incautación del avión. El Sentado le dijo a CW-3 que el avión transportaba cocaína que pertenecía a Juan Orlando, Tony Hernández y otros narcotraficantes, y que el avión venía de Colombia”.
“CW-3 finalmente no pudo ayudar con el avión incautado. CW-3 luego informó a Juan Orlando que no podía ayudar con el avión incautado y que se había enterado de que el avión incautado llevaba drogas. Juan Orlando luego le dijo a CW-3, en suma y sustancia, que fuera discreto”.
“Alrededor de 2011, cuando CW-3 comenzó a trabajar con Cachiros, Leonel Rivera le dijo a CW-3 (Fabio Lobo), en resumen y sustancia, que Cachiros vendía cocaína a Valles, que Tony Hernández estaba trabajando con los Valles y que Juan Orlando apoyaba a Tony”.
El Colombiano Luis Pérez y Fabio Lobo corroboraron ambos que entre 2012 o 2013, Lobo tuvo múltiples reuniones con Fredy Renán Nájera Montoya, un congresista hondureño y narcotraficante.
“Además en la reunión estaba el lugarteniente de El Chapo, César Gastelum, un miembro de alto rango del Cartel de Sinaloa, y un asociado de CC-1 (César Gastelum), con respecto a la ayuda de CW-3 para facilitar el control de Puerto Cortés—un puerto en Honduras—para fines de narcotráfico. A CW-3 se le pagó un total de aproximadamente 150.000 dólares para ayudar a facilitar el control del puerto. Durante una de estas reuniones, ocurrida en San Pedro Sula, CC-1 (César Gastelum) le dijo a CW-3 que estaría apoyando la campaña presidencial de Juan Orlando”.
Fabio Lobo declaró además que en 2013 o alrededor de esa fecha, a petición de Tony Hernández, acompañó a Tony Hernández a una gasolinera en la salida de Tegucigalpa, la capital de Honduras después de que Tony Hernández.
Un hombre salió de una camioneta y habló con Tony Hernandez, colocó una bolsa azul en el vehículo de Tony Hernández.
Durante ese intercambio, Fabio conoció a «Wilson». En el camino de regreso a la residencia de Tony Hernández, Tony Hernández le dijo a Fabio Lobo que la bolsa tenía aproximadamente $4 millones de dólares de los Valle Valle que eran para la campaña de Juan Orlando. Tony Hernández llamó a Juan Orlando para contarle que ya tenía el soborno.
De su lado, la defensa presentó testigos y el testimonio de Juan Orlando Hernández y orientó sus alegatos tal como aparecen en Document 629 del Case 1:15-cr-00379-PKC.
La defensa incluyó logros de Hernández como presidente del Congreso Nacional (2010-2014) y presidente de la República (2014-2022).
Querían que el gobierno estadounidense les proporcionara “informes, análisis, cartas, estadísticas, correos electrónicos, notas o actas sobre reuniones secretas u ordinarias relacionadas con el desafío y lucha contra el crimen organizado (Narcos/maras/tráfico de personas/terrorismo)”.
Durante el interrogatorio de Hernández declaró que él lideró en Centro América el impulso de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas
“Como Presidente del Congreso de Honduras y posteriormente Presidente de la República Juan Orlando Hernández Alvarado tomó medidas decisivas para enfrentar el narcotráfico”, según su defensa.
“Que lejos de sostener reuniones privadas con narcotraficantes, Juan Orlando Hernández Alvarado sostuvo reuniones secretas y privadas con altos funcionarios y agentes estadounidenses para coordinar esfuerzos contra el narcotráfico que no se llevaron a cabo bajo el liderazgo de las instituciones estadounidenses, dieron resultados extraordinarios, que fueron reconocidos tanto en privado como en público”. “Lejos de pactar y recibir beneficios con los narcotraficantes, tomó medidas extraordinarias para combatirlos, como aprobar en el Congreso Nacional (2010-2014) las reformas constitucionales en materia de extradición, Lavado de Activos, Incautación de Bienes Ilícitos, Reforma Policial, creación de Agencias de Investigación y nuevas prisiones, escudos marítimo terrestres y aéreos, tanto es así que los narcotraficantes recurrieron al intento de asesinato de Juan Orlando Hernández”.
Como parte de sus alegatos, Hernández quería que le dieran información sobre su trabajo de cooperación con la DEA y sobre la naturaleza de las visitas del Presidente Juan Orlando Hernández Alvarado a la sede de la CIA en Langley y toda correspondencia entre la CIA y Honduras por parte de funcionarios relacionados con el narcotráfico en Honduras, pero esto último con otros documentos fue negado con base en leyes de clasificación que velan por la protección de la seguridad nacional de Estados Unidos.
