New York, Estados Unidos | Reporteros de Investigación. Eran las 2:55 de la tarde. Desde las ventanas del lado derecho del piso 26 de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, se veía neblina sobre los rascacielos.
Uniformado con un traje penitenciario de tela café claro y debajo, una camisa con mangas largas blancas, entró al salón Devis Leonel Rivera Maradiaga. Iba acompañado con un alguacil penitenciario. Se ve diferente en persona. Tiene una impronta dominante y una mirada escrutadora.
La mención de las Fuerzas Armadas el tema tabú
Rivera Maradiaga reforzó un hilo narrativo que se había venido halando desde la mañana en el juicio sobre cómo no solo la policía sino las Fuerzas Armadas de Honduras, bajo el control de una pandilla de políticos sobornables por el narcotráfico, traficaron cocaína por las carreteras principales de país.
A eso de las 3:00 de la tarde se oyó la voz con tonos más agudo que graves: “Mi nombre es Devis Leonel Rivera Maradiaga”.
Así empezó su declaración la tarde de este martes 27 de febrero. Repitió lo que ha dicho en juicios anteriores que se entregó al gobierno de Estados Unidos en enero de 2015 y que se había convertido en informante de la DEA desde noviembre de 2013.
Tiene una condena de cadena perpetua más 30 años por haber traficado 130 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, tráfico de armas y por 78 asesinatos. Hirió a más de 15 personas y torturó un número desconocido. Usaba armas de guerra como Ak-47, R-15, lanza granadas, Minas Claymore (minas antipersonales prohibidas por las convenciones), pistolas, entre otras, para sus operaciones.
500,000 dólares para Pepe y 250,000 para JOH
Declaró que sobornó a dos ex presidentes de Honduras, a Porfirio Lobo Sosa (Pepe Lobo) y a Juan Orlando Hernández durante su campaña por la silla presidencial. Fueron 500,000 dólares en dos pagos para Lobo Sosa y 250,000 para Juan Orlando, entregados a su hermana Hilda Hernández, ya fallecida, declaró.
A cambio del soborno a Hernández, esperaba que les protegiera de la extradición, que les siguiera dando contratos públicos para ejecutar infraestructura con el fin de lavar activos y protección para sus cargamentos de droga.
El Cachiro declaró que traficaba de La Mosquitia a Colón —en el oriente— luego a El Espíritu, Copán — occidente de Honduras — donde operaban en conjunto con los Valle Valle.
Durante el interrogatorio, le mostraron a Rivera Maradiaga una fotografía donde aparece Juan Orlando con los hermanos Valle Valle y con un cuñado de estos.
¿Cuándo Miguel Arnulfo Valle le mostró esa foto qué le dijo?, preguntó el fiscal.
—Mirá hermanito que estuve reunido con Juan Orlando Hernández en la Copa del Mundial, respondió el testigo.
¿Qué le dijo Arnulfo Valle que le había dicho Juan Orlando Hernández?
—Que Juan Orlando Hernández le había pedido a Arnulfo Valle que se iba a tirar como presidente de Honduras y que si apoyaba su candidatura (con sobornos).
En el testimonio, mencionó a Nery Sanabria (Magdaleno Meza) que trabajaba con los Valle Valle, también a Alex Ardón, Hugo Ardón, Bayron Ruiz, Fredy Najera, entre otros.
¿Mencionó que se reunió en 2009 de qué hablaron?, preguntó el fiscal más adelante.
—“Lo que hablamos ese día con Pepe que Pepe nos iba a proteger de no ser arrestados, nos iba a proteger para seguir narcotraficando, nos iba a dar contratos para empresa, algunas ya estaban hechas, y nos iba a proteger de no ser extraditados a Estados Unidos”.
Declaró que el hijo de Pepe Lobo, Fabio Lobo, apoyó a Los Cachiros en principio con contratos del Estado para su empresa Inrimar, creada para lavar dinero.
La escolta presidencial para llevar cocaína
Fabio Lobo recibía las avionetas cargadas de cocaína, le daba seguridad de la pista a El Espíritu, Copán, con Devis Rivera Maradiaga y con la escolta presidencial para que no les parara la policía.
Le mostraron una fotografía en la que el testigo identificó a Juan Orlando Hernández, Pepe Lobo y al general de las Fuerzas Armadas de Honduras, encargado de la inteligencia del Estado, Julián Pacheco Tinoco.
Pepe Lobo, padre de Fabio, había puesto a Pacheco Tinoco a disposición de Fabio Lobo, y que él (Pacheco Tinoco) resolvería cualquier situación, expresó Rivera Maradiaga testificando con el jurado a su izquierda.
— ¿Qué información les proporcionaba él (Pacheco Tinoco) a Los Cachiros, interrogó el fiscal.
—Este señor, por medio de Fabio Lobo, nos daba información de operativos de la Policía ¡señor! Para que si iban a Colón, pudiéramos mover lo de las propiedades.
La cocaína que venía de Colombia por vía aérea o marítima era transportada en camiones de doble fondo con compartimiento oculto, eran camiones cortos, largos, cabezales. Se usaba la escolta presidencial que andaba Fabio Lobo, la mayoría solo usaba R-15, lanzagranadas, RPG 7, AK 47, lanzagranadas, AK 47, AR-15, pistolas. Una carga considerada pequeña era de 400 a 500 kilogramos (de 880 a 1100 libras de cocaína).
Más adelante en el interrogatorio, el testigo dijo que Fabio Lobo les transmitió un mensaje de Lobo Sosa para que apoyaran a Juan Orlando Hernández.
Fabio Lobo dijo que mandaba a decir su papá Porfirio Lobo Sosa que tenían que sobornar a Juan Orlando Hernández y que tenían que apoyarlo para que fuera presidente de la República, declaró.
En seguida, le mostraron una imagen en la que identificó a Porfirio Lobo Sosa y a Juan Orlando Hernández, juntos y sonrientes.
JOH en un cumple entre “narcos”
Después el testigo ubicó a Juan Orlando en una fiesta rodeado de narcopolíticos y de narcos. Era el cumpleaños del diputado Ramón Lobo Sosa (Moncho Lobo). A esa fiesta fue solo Javier Rivera. No solían ir juntos a reuniones de este tipo, por estrategia de seguridad. Mientras uno iba a la reunión el otro aguardaba alerta con su arsenal de armas prohibidas, explicó.
Devis Rivera testificó el ex diputado Óscar Nájera y el ex gobernador de Colón, Juan Gómez (ya fallecido), lo invitaron a la fiesta.
En el transcurso del juicio, le mostraron una foto de Óscar Nájera con Juan Orlando Hernández, ambos sonríen vestidos de blanco. Devis Rivera los reconoció.
“Cuando estaba en el cumpleaños Javier me hizo una llamada”. La llamada fue de unos 20 o 30 minutos y le dijo: “Mira hermano acá estoy en el cumpleaños de Moncho Lobo y acá estamos con Juan Orlando Hernández”.
Javier le comentó que había hablado con Juan Orlando y le dijo que sí los iba a seguir apoyando y que Javier le había dicho al candidato presidencial que estaban preocupados por la ley de Extradición a Estados Unidos, les prometió que los iba a proteger y a darles más contratos a través de Inrimar.
El juicio finalizó a las 5:00 de la tarde, El Cachiro fue llevado de la sala. Cada vez que se interrumpía la audiencia y era sacado, parecía bajar la mirada al suelo al pasar frente a Juan Orlando. Parecía que lo hacía con premeditación y no por timidez.
Durante la mañana había estado en el interrogatorio de la defensa, el testigo identificado como el colombiano Luis Pérez. En sus preguntas la defensa mencionó al ex gerente de la Empresa Nacional Portuaria en Puerto Cortés, Mario Coto, pero el testigo dijo que no sabía el apellido de Mario la persona que recibió un millón de dólares supuestamente para la campaña presidencial de Hernández.
Pérez admitió además que dio dinero a la campaña política de Miguel Pastor cuando era precandidato a la presidencia de Honduras.
El testigo reveló —interrogado por la Fiscalía— que en 2014 temían que los helicópteros de la DEA Black Hawk interceptaran su cocaína traída por aire.
Protección de FAH
No temían a la Policía Nacional de Honduras porque habían llegado a un acuerdo con el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández. “Sentíamos y teníamos más apoyo de la Fuerza Aérea de Honduras”. Una rama de las Fuerzas Armadas de Honduras.
2014 fue de sus años más prolíferos para traficar droga, dijo el testigo.
Antes de los testimonios
El debate este martes empezó después de las 11:00 de la mañana porque un jurado más se excusó por supuestos problemas de salud, de tal forma que de los 18 jurados iniciales solo quedan 16.
Dos vidas distintas, un mismo ex presidente
El miércoles continúa el interrogatorio que hace la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York a Devis Leonel Rivera Maradiaga, El Cachiro. Desde el público, mañana miércoles también estará Juan (nombre modificado). Es un hondureño de Tez Blanca que inmigró a Nueva York cuando tenía 11 años.
Juan salió junto a sus hermanos desde su natal Santa Rita, Yoro. Se vino mojado. Ya tiene 30 años y ha formado una vida y una empresa de corte de árboles. Como no vuelve a trabajar hasta marzo, viene cada día a la Corte para presenciar el juicio del ex presidente.
“No soy de ningún partido político, pero me gusta estar pendiente de estas cosas”, dice a la par de uno de los agentes del Ministerio Público que ha sido enviado a Nueva York y en medio de una sala abarrotada de periodistas y de público diverso que presencia las audiencias.
